LA OBRA DE ANTONIO CASTILLO LASTRUCCI (XIX)
JESÚS NAZARENO (BOLLULLOS PAR DEL CONDADO - HUELVA)
Jesús Abades y Sergio Cabaco
Entre los escultores que trabajaron con Antonio Castillo Lastrucci destacan figuras tan relevantes en la imaginería del siglo XX como Rafael Barbero Medina, Agustín Sánchez-Cid Agüero, Antonio Eslava Rubio o Antonio Joaquín Dubé de Luque, entre otros. La labor de estos artistas en el obrador consistía tanto en la saca de puntos como en la policromía de las imágenes e, incluso, en el paso a la madera de bocetos en barro y escayola, previamente realizados por el maestro, cuyos rasgos respetaban escrupulosamente. Este fue el caso del Nazareno de Bollullos del Condado, obra del año 1938 que, según estudios realizados por el profesor Manuel Jesús Carrasco Terriza, basándose en testimonios de Juan Garrido Escobar, fue tallada en madera por el granadino Barbero Medina (1913-1990) siguiendo el modelo de escayola labrado por su maestro. El discípulo dejó una marca en la imagen mientras cursaba tales trabajos. Parece ser que la participación en los trabajos de escultura de la presente obra, constituyó para Barbero Medina su primera contribución al arte de la escuela sevillana, tras varios años de aprendizaje en Granada con artistas tan célebres como José Navas-Parejo o Domingo Sánchez Mesa. El Nazareno presenta una postura erguida, portando la cruz sobre el hombro izquierdo. Adelanta ligeramente el pie izquierdo, en suave pero decidida marcha, al tiempo que gira la cabeza hacia la derecha y muestra la mirada baja, en conexión directa con el fiel que lo contempla. La cabellera, con corona de espinas esculpida al modo mesino, presenta raya al centro y un ondulado mechón derramándose por el lado derecho, recogiéndose sobre la espalda en el izquierdo para dejar la oreja completamente visible. Al igual que el cetrino rostro y la bífida barba, sigue las maneras habituales del maestro sevillano. El madero, cilíndrico y arbóreo, fue tallado por Manuel Cano (1938). La imagen, venerada en un espléndido retablo del último cuarto del siglo XVII, sale procesionalmente en la madrugada del Viernes Santo acompañado de la Dolorosa del Pasmo (1940), magnífica imagen mariana, también de Castillo Lastrucci, que guarda notables semejanzas con la Virgen de los Dolores de Las Navas de la Concepción (Sevilla), realizada por el mismo autor aunque aplicando carnaciones menos nacaradas. |
Fotografías de Santiago Rodríguez López
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