La estilizada talla, labrada en el año 1943, es titular de la Cofradía de la Vera Cruz que procesiona cada Jueves Santo en la localidad serrana de Aracena. Efectúa estación de penitencia junto a dos sayones que lo azotan, ambos realizados también en talla completa por Antonio León Ortega (1945).

Como bien ha apreciado el artista Alberto Germán Franco Romero en sus estudios sobre el escultor ayamontino, no encontramos una expresión excesivamente violenta en las figuras de los sayones que atormentan con flagelos al Varón, aunque su agresividad aumenta cuando desfila el conjunto completo, dada la serenidad con que ha sido concebida la hechura de Jesús, apenas rota por un moderado gesto de aflicción en su semblante.

Al hallarse amarrado a una columna de tipología baja, el cuerpo del Nazareno, sólo cubierto por un escueto lienzo anudado en el costado derecho, queda ligeramente encorvado. La cabeza se muestra ladeada hacia la izquierda, de forma que en el culto interno aparece mirando fijamente al espectador. Tanto el modelado del rostro como el del cabello, organizado en finas y ondulantes guedejas, recuerdan a los del Cristo de la Humildad, de la Cofradía de la Victoria de Huelva, tallado tan sólo un año antes, con la diferencia de que esta pieza, por la manifiesta agonía que escenifica, acentúa más el rictus de dolor.

En 1944, León Ortega repetiría la iconografía para el municipio onubense de Alosno, obteniendo un gran logro a nivel devocional aunque inferior al de Aracena desde el punto de vista artístico. Más dramática, frontal y acartonada, la imagen de Alosno comparte con la que analizamos la disposición de las manos atadas por delante del cuerpo y la escasez de heridas sanguinolientas -más numerosas, lógicamente, en la espalda- pese a la tortura física con la que solía concebir el pasaje de los Azotes la imaginería andaluza del momento.

En los últimos años, los sayones suelen ser revestidos con prendas naturales para salir en el misterio, al que se ha incorporado la representación de un soldado romano, labrada la actual por José Antonio Navarro Arteaga. Según nos informa José Fernández García, sustituye a una talla anterior de José Mendez González (1992).

El Cristo Atado a la Columna se venera en un interesante retablo barroco de principios del siglo XVIII, situado en el testero de la nave derecha de la Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor de Aracena.