El historiador malagueño Ricardo de Orueta (Málaga, 1868 - Madrid, 1939) publicó en 1914 su estudio sobre el escultor Pedro de Mena. El libro fue editado por el Centro de Estudios Históricos de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas. Su autor lo dedicó a su paisano Alberto Jiménez Fraud.

Orueta fue el primer director general de Bellas Artes de la Segunda República e impulsor de la Ley de Protección del Tesoro Artístico Nacional, modélico instrumento jurídico aprobado en 1933. Formaba parte de esa "nueva juventud" convencida de que, a la vez que se zambullía en la historia española, en su literatura, su arte, sus monumentos o su folclore, estaba contribuyendo a la modernización del país.

Pronto, aunque no sin tropiezos, se sacudió la tutela de sus jefes del Centro de Estudios Históricos en Madrid, y fundó una sección de escultura española, para dedicarse al estudio de artistas desconocidos u olvidados del Siglo de Oro: Alonso Berruguete, Pedro de Mena, Gregorio Fernández... artistas con los que simpatiza por ser maestros del pasado, pero también porque representan esa verdad nacional que a todos les obsesiona. Eran investigaciones ricas en originalidad, amplitud de miras, esfuerzo documental y un admirable y muy novedoso soporte visual.

Para Orueta la Dolorosa de vestir del templo de los Santos Mártires (Málaga) era quizás la escultura más rica de expresión y mejor sorprendida de todas las de Mena: un estudio del dolor humano, una visión directa y personal de un momento psicológico, que sorprende por su vitalidad y emociona por su feliz expresión.

Para el historiador malagueño todo está en ella observado y sentido; no hay en la misma un solo prejuicio artístico ni receta de taller de las que tanto abundaban, incluso en otras esculturas posteriores del mismo artista, quien ha escogido el instante pasional en que el sufrimiento, en fuerza de ser agudo, llega a producir un cansancio, un desvarío, un abatimiento moral que deja el alma insensible y destrozada:

"Esa pobre mujer, rendida de llorar, se detiene un momento a contemplar su dolor. Los ojos muy abiertos y muy fijos, casi de loca, no miran. La atención, si la hay, está puesta en el interior. Tampoco lloran ya. Tras de ellos están pasando cosas muy tristes, tranquilas ahora, pero violentas un momento antes, aunque nunca debieron ser estridentes."

Orueta no consideraba probable que esta obra, destruida en 1931, fuera en origen, como así se suponía, una representación de San Juan Evangelista, luego transformada en Dolorosa, pues entre otros planteamientos consideraba sus facciones muy femeninas y cercanas a otras vírgenes de Mena.

El Museo Nacional de Escultura albergó en 2014 la exposición Esto me trae Aquí. Ricardo de Orueta (1868-1939), en el Frente del Arte, organizada conjuntamente por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través del Museo Nacional de Escultura, Acción Cultural Española (AC/E), el Ayuntamiento de Málaga (Museo del Patrimonio Municipal, MUPAM) y la Residencia de Estudiantes para recordar, en el 75 aniversario de su fallecimiento, al que fuera uno de los artífices de la entrada de España en la modernidad y una figura imprescindible en el ámbito del arte y del patrimonio. Esta muestra, después de su estancia en el museo vallisoletano, estuvo instalada en el MUPAM.