MAYO MARIANO 2008 - LA DIVINA PASTORA
CANTILLANA (SEVILLA)

Sergio Cabaco y Jesús Abades

 

La Divina Pastora del municipio sevillano de Cantillana es una imagen de talla completa y tamaño inferior del natural (107 cm) que se encuentra en actitud sedente, apoyada en un risco, con el rostro sereno y muy bello. La mano derecha de la Señora acaricia una oveja que se encuentra a su lado y contempla embelesada su divino semblante, mientras que la izquierda porta el característico cayado del pastoreo, pieza superpuesta.

La imagen viste túnica roja, pellica sujeta a la cintura por un cíngulo con lazo, y manto verde ornamentado con rocallas doradas. Suele cubrir su cabeza, enmarcada por larga cabellera negra, con sombreros adornados con flores, confeccionados separadamente de la pieza, de los que la hermandad posee rica y valiosa colección. A veces, también se le superpone una mantilla de encaje blanco.

La enorme devoción que posee la talla pastoreña en Cantillana fue introducida por Fray Isidoro de Sevilla en el año 1720, siendo la quinta hermandad por orden de antigüedad en fundarse bajo tan entrañable devoción mariana, tras las de Sevilla (1703), Carmona (1706), Utrera (1707) y Jerez de la Frontera (1713). Su festividad se celebra cada 8 de septiembre, congregando en la villa a numerosos devotos y visitantes.

Desde que Fray Juan Bautista de Ardales la atribuyera en 1934 a Francisco Antonio Ruiz Gijón, erróneamente mencionado como Bernardo Gijón, se ha tomado casi como cierta su paternidad artística sobre esta venerada imagen, habiendo sido comparada, pese a ciertas diferencias formales, con la Divina Pastora de Santa Marina (Sevilla), obra documentada del escultor utrerano que estudiamos en una anterior entrega.

Lo cierto es que se trata de una obra realizada en la fecha de fundación de su cofradía, cuando los modelos barrocos de la centuria anterior seguían cobrando importante vigencia en el ámbito sevillano, sin incurrir todavía demasiado en la ampulosidad rococó propia de las centurias siguientes. Lo más interesante de la efigie es su cautivador semblante, de aniñados rasgos no lejanos a varios modelos femeninos de Ruiz Gijón, de ahí que compartamos la opinión que hiciera en su momento el historiador Jorge Bernales Ballesteros sobre la posibilidad de que fuera realizada por un seguidor del autor del popular Cristo de la Expiración.

FUENTES: PINEDA NOVO, Daniel. Historia del Condado
de Cantillana y de la Hermandad de la Divina Pastora, Sevilla, 1970.

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