MAYO MARIANO 2012
HUELVA

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

Retomamos de forma excepcional este especial de arte sacro con motivo de la Coronación Canónica
de la popular Dolorosa onubense de la Victoria, el 5 de mayo de 2012. Estará dedicado a la escultura mariana
con dicha advocación, muy relacionada con las batallas históricas y la orden de los Padres Mínimos.

 

 

La Virgen, obra primeriza del escultor sevillano Luis Álvarez Duarte, inclina la cabeza hacia abajo y, levemente, a la derecha. Supone un precedente de la malagueña Dolorosa de la Paz y se halla muy pareja a la estética que, apenas un par de años antes, el autor impuso con la sevillana Virgen de Guadalupe.

Labrada en el año 1968, en madera de cedro policromada (los brazos y las rótulas son de pino de Flandes), es imagen de candelero para vestir. Sus carnaciones son trigueñas, siendo retocada la pátina varios años más tarde por el propio imaginero, quien firmó al dorso de la obra.

El semblante es dulce y lozano, con los grandes ojos oscuros pintados en cristal veneciano, la mirada abstraída y proyectada hacia el suelo, la nariz de tipo semítico y la boca, entreabierta, dejando ver la lengua y la dentadura talladas. Las pestañas superiores son postizas, mientras que las inferiores se hallan finamente pintadas. Lleva cinco lágrimas de cristal, tres en la mejilla izquierda y dos en la derecha. Las manos, labradas por Antonio Eslava Rubio, gozan de la habitual pericia del carmonense a la hora de modelarlas y aparecen extendidas, portando un pañuelo en la derecha. El candelero es de base ovalada, formado por siete listones que parten de las caderas y forrado de piel marrón.

La antigua titular de su hermandad, obra del taller de Joaquín Gómez del Castillo (1940), sufrió un incendio fortuito durante la procesión de 1953, quedando gravemente afectados el rostro y las manos. El escultor ayamontino Antonio León Ortega, quien ya la intervino el mismo año de su ejecución, volvió a restaurarla, así como al San Juan Evangelista que la acompañaba, del que era autor (1950).

En el año 1967, ante el evidente deterioro de la Dolorosa, se planteó su restauración por Álvarez Duarte, quien advirtió que la mascarilla estaba casi desprendida y las zonas dañadas en el incendio, rehechas con estuco, superponiendo este material y modelando sobre ellas. Ante ello, la cofradía onubense encargó al renombrado artista la actual efigie, cuya altura es de 172 cm.

Desde 1968 hasta 1991 la Virgen de la Victoria, que posee la Medalla de Oro de la Ciudad de Huelva desde el año 1997, procesionaba junto a la mencionada imagen de San Juan, cuya mascarilla es también de Álvarez Duarte (1968) y está inspirada en la gubiada por Benito de Hita y Castillo para la sevillana Cofradía de la Amargura (1760). Actualmente, solo recibe culto interno.

 

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