Durante el primer siglo de existencia de la Melilla española, la guarnición melillense, los presidiarios y el escaso personal civil veneraban varias imágenes de santos -caso de San Miguel, Santiago Apóstol, Santa Bárbara, Santo Tomás de la Cantera o San Pedro de la Albarrada-, pero no imágenes protectoras de María. Esto último es algo usual en ciudades y pueblos de España, pero no en Melilla, que en todos los aspectos, incluido el religioso, está llena de peculiaridades muy interesantes.

La Virgen de la Victoria está en la actual parroquia melillense de la Purísima Concepción desde 1741. Antes tenía ermita propia que llevaba su advocación, derribada en varias ocasiones por estorbar a la defensa de la Plaza de Armas. Cuando se quedó sin templo, la enviaron a la parroquia, que no tenía ningún título y era denominada únicamente como Iglesia Parroquial. Fue el por entonces Vicario General de Melilla, que pertenecía a la Orden de Frailes Menores Capuchinos -los cuales tenían encomendada la custodia de la imagen de la Patrona de Melilla-, quien, en 1663, le dio el nombre de Nuestra Señora de la Concepción en Estas Partes de África.

Su factura, sobre la que se han planteado orígenes levantinos y sevillanos, presenta elementos arcaizantes y cierto hieratismo en algunos detalles, sobre todo en la figura del Niño Jesús, lo que hace que algunos autores la sitúen en torno al siglo XV y no a finales del XVI, fecha de imágenes más evolucionadas y expresivas, asignada por otras corrientes de investigación.

Otra peculiaridad de la imagen es su gran tamaño; esto es así porque es del tipo "Galeona", genérico que se aplicaba a las piezas marianas que iban como protectoras en las flotas militares y expedicionarias de las Indias. De talla completa, aparece sedente y portando un cetro en su mano derecha. En su brazo izquierdo sostiene al Hijo, que acaricia la cara de la Madre mientras ella lo contempla dulcemente.

El 3 de febrero de 1756, la guarnición y el pueblo de Melilla decidieron proclamar, bajo juramento, a la Virgen de La Victoria como Patrona y Señora de la plaza de Melilla. El 13 de junio de 1948 fue coronada con los honores de Capitán General con mando en la plaza. La corona la compraron los melillenses mediante donación popular. Cincuenta años más tarde fue declarada Alcaldesa Perpetua de la Ciudad.