MAYO MARIANO 2013 - ESCULTURA CATALANA
VIRGEN DE LA PALOMA

Con información de Carlos Cid Priego


 

 

En la segunda mitad del siglo XIX, Cataluña acogió la cantera de escultores del estado español. Ello quedó reflejado en la diversificación de los medios de exposición, encargo y producción de aquellos años; mediante su presencia en exposiciones y salones, la naciente sociedad de consumo que quería esculturas para decorar su hogar y el decisivo empujón que recibió la estatuaria monumental desde los organismos públicos.

Si a nivel internacional los dos grandes nombres fueron Constantin Meunier y Auguste Rodin, los escultores españoles de más prestigio e influencia durante el siglo XIX fueron Agustí Querol (1860-1909) y Mariano Benlliure (1862-1947), incluso más allá de nuestras fronteras. Su ecléctica obra consiguió reunir diferentes intereses, como el Realismo e incluso el Modernismo, pero sin nunca olvidar sus raíces academicistas.

En Cataluña, los hermanos Agapit (1833-1905) y Venanci Vallmitjana (1826-1919) fueron los maestros de varias generaciones de escultores, a los cuales influyeron desde sus clases en la Escuela de la Llotja. Josep Reynés, Rossend Nobas, el ya estudiado Rafael Atché y Agapit Vallmitjana i Abarca (1850-1915) -hijo de Venanci- fueron quizás sus principales discípulos. La obra de todos ellos sigue los mismos postulados entre el Academicismo y el Realismo, preparando el terreno a la eclosión modernista de finales del siglo XIX.

La imagen de la Virgen de la Paloma es una terracota esmaltada de pequeño formato (93,7 x 53,2 x 51,7 cm) modelada por Venanci Vallmitjana en 1887. Fue adquirida en 1922 por el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), en cuya colección permanente se conserva. Como suele ser habitual en su autor, es una obra de correctísima ejecución, grandilocuente, idealizada, y algo fría desde el punto de vista formal pese a la expresiva figura del desnudo Infante que busca con empeño las protectoras atenciones de la Madonna sedente.

Conviene señalar que buena parte del trabajo de Venanci Vallmitjana fue realizado en estrecha colaboración con su hermano Agapit, por lo que a veces resulta difícil catalogar con precisión una obra a uno u otro artista. Se aprecia quizás en la obra de Venanci un mayor gusto por la espectacularidad. En líneas generales, los estudiosos consideran de más calidad su obra, pero últimamente esta opinión es puesta en entredicho y existe una corriente que aprecia una mayor perfección formal en la obra de Agapit Vallmitjana.

 

FUENTES: A.A.V.V. (dirección de José Manuel Infiesta) Un Segle de Escultura Catalana, Barcelona, 2013, p. 37.

 

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