El inglés William Morris (1834-1896) denunció la fealdad y la corrupción de los productos artísticos de su época, así como el desordenado y sórdido desarrollo de las ciudades, responsabilizando a la máquina de ello; criticó la división del trabajo, que reduce la figura del obrero a un autómata, y propugnó un retorno al modelo medieval para reformar el arte y, al mismo tiempo, la sociedad entera. Para Morris, el arte sólo puede salvarse de la decadencia producida por la máquina si el artista se convierte en artesano y el artesano en artista. Aspiraba a reducir la distancia entre artes mayores y artes menores, porque "no quiero el arte para unos pocos, como no quiero la educación para unos pocos o la libertad para unos pocos". La grave contradicción de Morris reside en que, precisamente porque odiaba la máquina, sus productos sólo fueron "para unos pocos".

A través de las sucesivas empresas que creó para llevar a la práctica sus ideas -Morris, Marshall, Faulkner & Co. (1861), Morris & Co. (1875) y la Kelmscott Press (1891), William Morris tuvo un papel destacado en el cambio de estilo respecto a los productos existentes y, sobre todo, en elevar el nivel de calidad de los mismos en todas las artes, incluida la arquitectura, al mismo tiempo que, en sus preocupaciones por la relación entre arte y sociedad, iniciaba uno de los temas del Movimiento Moderno en arquitectura.

La Academia de Música Franz Liszt de Budapest, diseñada por Flóris Korb y Kálmán Giergl, fue inaugurada en el año 1907 con la compleja función de acoger una institución educativa y dos salas de conciertos. Es un edificio de buenas proporciones, con un volumen dominante fruto de la decoración escultural de los artistas más reconocidos de la época, junto con la monumental estatua de su fundador, Franz Liszt, situada sobre la entrada principal.

Se trata de un escaparate de las mejores producciones artísticas y de materiales preciosos que constituye un ejemplo notable de Gesamtkunstwerk. Los vitrales de colores y grabados al ácido, así como los mosaicos, son de Miksa Róth, el revestimiento cerámico y los elementos decorativos del interior son de Zsolnay, y los frescos prerrafaelitas fueron pintados por Aladár Körösfői-Kriesh, fundador de la Colonia de Artistas de Gödöllő. Los suelos de linóleo de vestíbulos y escaleras fueron un osado experimento de principios del siglo XX. Los techos y el balcón de la Gran Sala de Conciertos, con capacidad para 1.200 personas, son de hormigón armado, convirtiendo esta academia en la primera estructura de grandes dimensiones construida con este material en un edificio público en Hungría.

La coherencia cromática y estilística de los elementos decorativos de los interiores de la Academia de Música Franz Liszt recuerda vagamente el arte egipcio, creando un estilo modernista único.