LAS VARIANTES ICONOGRÁFICAS DEL NIÑO DIOS (III)
NIÑO DE LA SIERVITA
17/12/2020
Foto: David del Rey |
En la Iglesia de San Pedro Apóstol del municipio canario de El Sauzal (Santa Cruz de Tenerife) recibe culto el Niño de la Siervita, cuyo nombre deriva de la leyenda recogida por sor Clara de Santa Juana, relacionada con la siervita sor María de Jesús, partiendo de unas notas manuscritas de su cuaderno personal que se custodia en el archivo del Monasterio de Santa Catalina de Siena en San Cristóbal de La Laguna. Allí refiere que siendo niña iba a la iglesia a jugar con el Niño Jesús que estaba situado en el altar mayor. Estos son los únicos datos con los que contamos. Nada conocemos respecto a la procedencia o autoría del Niño de la Siervita, aunque en alguna ocasión se ha apuntado un posible origen peninsular, adscribiéndose a la escuela hispalense, y más concretamente a Juan Martínez Montañés, pero no existe ninguna referencia al respecto en el archivo parroquial. La imagen podría fecharse en los últimos años del siglo XVI o principios de la centuria siguiente, relacionándosela con los modos de trabajar de Montañés o de su taller. Aunque la figura infantil de talla completa parezca extraña a primera vista por llevar una indumentaria con largo vestido y sobre todo por el tipo de peinado con tirabuzones largos, recordando la cabeza de un pequeño rabino, sin embargo esta imagen es muy similar a la del Infante que transporta sobre sus hombros el "San Cristóbal" de la colegiata sevillana del Divino Salvador, ejecutada por Montañés entre 1597-1598. Entre este modelo de El Sauzal y el del popular "Niño del Sagrario", aunque transcurrió poco tiempo, posiblemente menos de ocho años, Montañés evolucionó con rapidez hasta lograr en 1606-1607, con la talla que esculpe para la Hermandad del Sagrario de la Catedral de Sevilla, imprimir el carácter a una iconografía que Juan de Mesa versionó en numerosas ocasiones, siendo los modelos del segundo los que, con ligeras variantes, ejecutarán discípulos y seguidores en Andalucía, Canarias y/o Hispanoamérica. El Niño está de pie, sostiene con la mano izquierda una cruz de plata en clara referencia a su triunfo sobre la muerte, a la resurrección, y con la derecha bendice sin levantarla demasiado, vistiendo túnica de pliegues tallados con sobresalientes estofados. Aunque hoy en día lleva ojos de cristal, en origen los tuvo pintados. La cabeza del Niño de la Siervita es casi idéntica a la del ejemplar sevillano que lleva sobre su hombro el "San Cristóbal" del Divino Salvador de Sevilla, y lo mismo sucede con el dibujo de la cara, un tanto regordeta y con ligera papada bajo el mentón. La mano derecha con las que ambos niños bendicen son exactamente iguales, y lo mismo podríamos señalar del tratamiento de los quebrados pliegues de las túnicas. |
FUENTES CALERO RUIZ, Clementina. "Proyección de los modelos hispalenses. La iconografía infantil en la escultura en Canarias en el siglo XVII. Origen y desarrollo", en XXIII Coloquio de Historia Canario-Americana, Cabildo Insular de Gran Canaria, 2020, pp. 6-7 y 19. ROMERO TORRES, José Luis. "Juan Martínez Montañés, maestro de generaciones", en Martínez Montañés y Osuna a comienzos del Barroco, Amigos de los Museos de Osuna, 2011, pp. 155-156. |
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