Este bello conjunto de Luca della Robbia (Florencia, 1400-1482) se conserva en la Iglesia de San Giovanni Fuorcivitas de la ciudad italiana de Pistoia (Toscana). Los registros de la Compañía de Santa Isabel, una asociación religiosa fundada en la primera mitad del siglo XV por Lorenzo di Cristofano del Marruccia, prior del templo, nos informan que ya en 1445 existía en el mismo un grupo escultórico dedicado a la Visitación de María a Isabel.

Dicha documentación habla también de un tabernáculo erigido probablemente en 1514 para la veneración del grupo, así como de varias obras de pintura y ornamentación en la capilla donde se veneraba, realizadas a lo largo del siglo XVI. Todo ello fue destruido en 1790 a raíz de las reformas jansenitas impuestas por el obispo Scipione de' Ricci, siendo sustituido por el sobrio altar con hornacina que vemos en la actualidad.

También es probable que por aquel año de 1790 el grupo sufriese serios daños, siendo burdamente restaurado con posterioridad. Por fotografías antiguas sabemos que los cabellos de María, los bordes de sus prendas y la toca de Isabel se encontraban toscamente alterados con pinturas o dorados, unos añadidos que fueron retirados posteriormente.

Bacci cuestionó la autoría. Según su criterio, hubo dos grupos: el original de 1445, que estaría en paradero desconocido, y el que ahora vemos, de finales del siglo XV o principios del XVI. Para Bacci este último no pudo ser realizado por Luca debido a dos motivos: lo considera muy diferente de sus relieves de la Resurrección y la Ascensión (Duomo de Florencia), labrados en 1443 y 1446-1450, respectivamente, y no pudo haberlo hecho después de 1482, año de su muerte.

Isabel aparece arrodillada ante María, composición que, según Bacci, aparece por primera vez en un cuadro sobre el tema pintado en 1491 por Ghirlandaio, actualmente en el Museo del Louvre (París). En su opinión, el grupo de Pistoia está mal vidriado y toscamente modelado, y debe ser asignado al período de decadencia de la escuela de Robbia, cuando Benedetto Buglioni era uno de sus mejores representantes.

Marquand, a principios del siglo XX, cuestionó muy acertadamente dicha teoría, y no solo defendió la paternidad de Luca, sino que demostró la existencia de modelos de Giotto y su escuela, anteriores a Ghirlandaio, que mostraban a Isabel de rodillas frente a su prima. Asimismo, comprobó la excelente calidad de la técnica y los materiales empleados por el escultor y ceramista en la Visitación, similares a los utilizados en otras de sus creaciones.

Hoy en día la Visitación se considera una de las piezas más importantes de Luca della Robbia. Un conjunto escultórico de bulto redondo compuesto por dos figuras femeninas que expresan amor y emoción entre ellas con gran intensidad: María, embarazada de Jesús, y su anciana prima Isabel, embarazada de Juan el Bautista.

La obra fue ampliamente reproducida en el siglo XX, atrayendo incluso al pintor John Singer Sargent, que hizo un dibujo de la escultura probablemente en su ubicación original del templo de Pistoia.

Para Marquand, la composición y el espíritu del grupo de la Visitación se halla mucho más cerca de Giotto que de Ghirlandaio. Las dos mujeres han sido tomadas por Luca della Robbia de los tipos populares italianos, siendo tratadas con la mayor sencillez, autenticidad y espíritu religioso; sobre todo Isabel, y su profunda reverencia hacia quien sabe que es la madre de Dios. En la Visitación de Ghirlandaio, tanto María como Isabel son dos refinadas aristócratas que impresionan más por la belleza que por la sinceridad de sus poses. En este caso, resulta difícil imaginar a la Virgen prorrumpiendo inmediatamente en el canto del Magnificat, tal y como narra Lucas en su evangelio.

El grupo de Pistoia, donado por la devota Monna Bice al menos en octubre de 1445, presenta, según Marquand, muchas analogías con los primeros trabajos de Luca della Robbia, con detalles como las facciones, el cabello o el tocado de María, este último heredado del maestro Ghiberti y muy propio del autor. También la Santa Isabel arrodillada remite a los apóstoles que adoran a Cristo en el mencionado relieve de la Resurrección, conservado en la Catedral de Florencia.