CUARTO CENTENARIO DE ANDRÉS DE OCAMPO
TRABAJOS DE HÉRCULES
21/05/2023
Hércules postrando al león de Nemea Foto: Ginés Collado Morales |
Estos relieves que muestran dos de los doce trabajos o pruebas de Hércules -la lucha con el toro de Creta y la lucha con el león de Nemea- se realizaron para decorar el palacio renacentista de Carlos V en Granada. Ambos aluden naturalmente al rey de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, interpretado como un nuevo Hércules. Los modelos en barro de los relieves fueron llevados a cabo por Pedro Machuca, el arquitecto encargado de la construcción del palacio -ordenada por el soberano junto a la Alhambra para poder disfrutar de sus maravillas- pero su ejecución corrió a cargo de Andrés de Ocampo (1591). Estos relieves pétreos se insertan en la fachada occidental del palacio, también llamada fachada del Emperador o de Poniente, concretamente en tondos o medallones sobre las tres ventanas coronadas por frontones y enmarcadas por pilastras jónicas, y vienen a medir unos siete pies de diámetro. Al relieve de Hércules sujetando al toro de Creta y al de Hércules postrando al león de Nemea -alegorías ambas de las victorias de Carlos V, concebidas como unos símbolos de exaltación del poder monárquico- hay que añadir el que se encuentra en medio de ambos, el cual lleva esculpido el escudo de armas reales. Por todos ellos cobró Andrés de Ocampo la suma de 430 ducados. En los tondos, resaltados con molduras de piedra serpentina, se inscriben los relieves, labrados por Ocampo en mármol blanco de la sierra almeriense de Filabres. Los citados modelos de Machuca estaban en la Alhambra en poder del aparejador Juan de la Vega. El relieve heráldico real se hizo conforme a un diseño firmado por el arquitecto Juan de Minjares -quien modificó el proyecto original de Machuca en aras de un estilo más herreriano y, por ende, más sobrio-, y a un modelo de barro en que se mostraba el ornato del escudo. Los triunfos guerreros toman importancia en el Arte del Renacimiento revividos de la concepción clásica con escenas panegíricas en sintonía a los relieves de la Roma imperial tal y como se puede ver por ejemplo en la Columna Trajana o en el Arco de Constantino en Roma. Todos estos elementos denotaban expresión de poder junto a los emblemas y lemas del emperador como "Plus Ultra" y su vinculación con los dioses clásicos como seres superiores. Las imágenes simbólicas como el personaje de Hércules y sus trabajos están muy presentes en la iconografía carolina como patrón del monarca por su relación con la heroicidad. |
Hércules sujetando al toro de Creta Foto: Ginés Collado Morales |
FUENTES PUERTO FERNÁNDEZ, María Isabel. Reconstrucción del Patrimonio a través del Dibujo: Investigación e hipótesis visual sobre 17 fragmentos de los frescos murales del Peinador de la Reina en la Alhambra (TD), Universidad de Granada, 2021. SEBASTIÁN LÓPEZ, Santiago. Arte y Humanismo, Madrid, Cátedra, 1978. LÓPEZ GUZMÁN, Rafael. "El arquitecto Juan de Minjares en Granada", en Laboratorio de Arte, nº 5, Universidad de Sevilla, 1992. GÓMEZ MORENO, Manuel. Palacio del Emperador Carlos V en la Alhambra, Madrid, El Correo, 1885. |
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