VIRGEN DE LOS REYES DE SEVILLA
Gracias a un completo estudio realizado en el año 1948 por José Hernández Díaz conocemos el origen y la morfología de tan venerada talla, Patrona de Sevilla y su Archidiócesis. Según el célebre historiador, nos encontramos ante una imagen de la Virgen con el niño en su regazo de procedencia francesa, fechable en el segundo cuarto del siglo XIII y realizada en madera de alerce policromada, material propio de la imaginería del periodo.
Es una talla de vestir, de estilo gótico y evidente arcaismo en su facciones. Se halla sentada sobre un sitial de tipo tijera, para lo cual se halla provista de un candelero o devanadera de base cuadrada. El rostro, de acusada frontalidad, presenta los ojos y las pestañas pintados en la madera, afilada nariz y boca cerrada que esboza la dulce sonrisa de la estatuaria del momento. Las manos son de tipo tenedor y aparecen extendidas.
La Virgen, antaño venerada como Santa María y Virgen de Agosto, posee curiosa cabellera de hilos de seda dorada que en tiempos pasados tuvo que estar descubierta. Asimismo, tal y como señala Hernández Díaz, muestra un mecanismo en el dorso que posibilitaba el movimiento de diversas partes de la figura, al menos de la cabeza. Fue Coronada Canónicamente en el año 1904 con rica presea de oro y pedrería, cincelada por Ordóñez.
Se halla entronizada en la espléndida Capilla Real de la Catedral de Sevilla, que no es la original cuya construcción se realizó bajo el mandato de Fernando III y en la que el rey santo mandó colocar esta figura, cuyo ejecución dicen que supervisó basándose en una aparición de la Señora. Otras imágenes fernandinas que se veneran en la capital hispalense son la Virgen de las Aguas, de la Parroquia del Salvador, y la Virgen de los Reyes del Monasterio de San Clemente, ambas coetáneas a la Patrona. Posterior es la Virgen de los Reyes de San Ildefonso, realizada por el Círculo de Vázquez el Viejo bajo clara inspiración de la primitiva.
Anterior Especial en este |
www.lahornacina.com