Seguramente hablamos de la última obra del escultor alemán Ignaz Günther (Altmannstein, 1725 - Múnich, 1775), maestro del rococó en la zona de Baviera. Se halla fechada en 1774. Es probable que las imágenes de los santos Cosme y Damián que talló para la parroquial de Arget, cercana a Múnich, fueran concluidas en 1775, el mismo año del fallecimiento de Günther, pero la Piedad es su última gran creación conocida.

Sobre esta iconografía Günther llevó a cabo al menos otras dos versiones: la Piedad de la Parroquia de San Ruperto de Eiselfing y la llamada Piedad Weyarn por recibir culto en el templo agustino de San Pedro y San Pablo de dicha localidad bávara. Modelos en barro de la que nos ocupa se conservan en el Museo Nacional de Bavaria (Múnich) y en el Museo Estatal de Württemberg (Stuttgart).

No existe documentación relativa a la contratación de la obra entre escultor y cliente, un devoto llamado Maximilian Emanuel von Rechberg, al que Günther regaló los mencionados modelos. Este grupo rococó fue tallado y policromado en madera de tilo para la nueva capilla del cementerio de Nenningen, inaugurada en 1774, de ahí que la obra sea conocida popularmente como Piedad Nenningen. Su importe fue de 125 florines. La antigua capilla gótica, que albergaba una pequeña Piedad de 60 cm, posiblemente la que ahora se conserva en la Parroquia de San Martín de dicha localidad, fue demolida por sus reducidas dimensiones.

Es obra de madurez del artista, poseedora de una extraordinaria expresividad. Muestra la sabiduría anatómica de Günther y su habilidad en el uso de la policromía. Mide 163 cm de altura. A la hora de labrar el rostro de María, que muestra un dolor infinito por la pérdida de su hijo, el artista probablemente reflejó su propio dolor debido a la muerte de sus siete hijos por la hambruna que azotó el país en la década de 1770. En contraste con el rostro sonrosado de María, que indica así vitalidad pese a la palidez que conlleva su aflicción, el cuerpo de Jesús es de un tono blanco azulado por su muerte, ocurrida poco tiempo antes.

La historiadora Nieves Jiménez Díaz observó que la posición y actitud del cuerpo de Jesús son similares al del grupo granadino de Santa María de la Alhambra, talla de Torcuato Ruiz del Peral. Así, en la Piedad Nenningen el torso de Cristo se muestra arqueado encima del regazo de la Virgen, aunque el resto del cuerpo y la parte superior de las piernas caen hacia abajo. El brazo derecho cae verticalmente, con la mano a medio cerrar, un tanto más separados del cuerpo. Igualmente, la mano contraria de Jesús es alzada y sujetada por la mano izquierda de María, quien, con la otra mano, sustenta la cabeza de Jesús, que cae hacia atrás, en vez de mostrarse levantada. Varía la posición de la pierna izquierda, que en vez de estar cruzada por encima de la otra pierna, queda dispuesta hacia atrás, en una posición paralela a la pierna derecha, que hinca la rodilla sobre una roca. María, por el contrario, se sienta erguida, sin inclinar la cabeza, dirigiendo la mirada hacia el frente.

Junto con su maestro Johann Baptist Straub, Ignaz Günther era considerado el escultor más célebre de Múnich. Su primer aprendizaje lo tuvo al lado de su padre, carpintero de profesión. A los 19 años de edad entró como aprendiz en el taller de Straub. Tras un periodo de aprendizaje y encargos en Salzburgo y Viena, Günther volvió a Múnich en 1754 y fundó su propio taller, donde trabajó principalmente para clientes eclesiásticos, aunque también decoró los palacios nobles de la ciudad con figuras realizadas a tamaño natural.