La Virgen de las Angustias constituyó un tipo escultórico encargado a Francisco Salzillo (Murcia, 1707-1783) por parroquias como las de Murcia, Lorca y Dolores (Alicante), por un particular de Alicante y cofradías de Yecla y Cehegín (aunque ésta la realizó Marcos Laborda, del taller de José López en Caravaca de la Cruz). Por tanto se dio una proliferación de este modelo de imagen en el reino de Murcia y sus cercanías, como en otros territorios católicos, tales como Viena y Budapest (Austria o imperio Habsburgo), con una iconografía parecida: María con su corazón atravesado por puñales (uno o siete) y Jesús muerto o yacente junto a ella o sobre sus piernas.

Salzillo hizo de esta imagen un modelo que fue después repetido por él mismo y por sus discípulos (Roque López, José López y Marcos Laborda en Caravaca para la Cofradía de la Sangre de Cehegín). La gran relevancia barroca de la Virgen de las Angustias de la iglesia parroquial de San Bartolomé, la primera que hizo (Murcia, 1740), ha sido objeto de estudio en recientes publicaciones. La imagen fue encargada desde esta iglesia y cuando su párroco dio el paso hacia la institución de una congregación servita.

En la cima de un terrazo, representando el Calvario y ante una cruz que figura al fondo, la Virgen de las Angustias de San Bartolomé, sedente, sostiene el cuerpo de Jesús que, en tierra sobre un sudario blanco, aparece reclinado en su pierna derecha. María, cuyo pecho en este caso atraviesa un solo puñal, dirige a lo alto la mirada, ya suplicando misericordia, ya llamando a los cielos para hacerles testigos de su dolor. La mano izquierda acentúa esa expresión implorante mientras con la derecha sujeta al Hijo. Tratando de suavizar el conjunto, dos ángeles niños vienen, por contraste, a resaltar el sentido patético de la escena. Uno de ellos contempla amoroso el brazo caído de Cristo, mientras el otro besa conmovido la llaga de la mano derecha.

El tema lo repitió Salzillo con escasas variantes en el movimiento de las figuras. Destacaba el desaparecido de la iglesia de San Mateo en Lorca, según Sánchez Moreno de menor emoción, pero con un modelado más apretado y hasta superior la calidad escultórica. Además la silueta del grupo, en conjunto, resultaba más esbelta. La Virgen miraba a su derecha en lugar de a la izquierda, como la de Murcia, y llevaba un angelito más.

Las Angustias de Dolores (Alicante) parecía reproducir la de Lorca, también con tres angelitos a diferencia de las de Murcia y Yecla. Esta última, a diferencia de la anterior, fue seguramente realizada según el modelo de la primera. Tanto la de Yecla, como las de Lorca y Dolores, colocan la figura de Jesús menos tendida que aparece en la de Murcia, por lo cual, aunque queda más esbelto, la posición del Cristo resulta menos natural.