Mucho antes de su última etapa, a partir de 1940, cuando recibía encargos de obras sacras para restituir lo destruido en 1931 y 1936, Mariano Benlliure (Valencia, 1862 - Madrid, 1947) realizó el paso "Descendido" para Zamora y continuó trabajando figuras sagradas, algunas procesionales, entre 1928 y 1932. El boceto en barro del conjunto "Descendido", modelado a pequeña escala, se conserva en el Museo Provincial de Zamora. Algunos expertos suponen que Benlliure debió realizar un modelo a un tamaño intermedio, no conservado.

Benlliure recibió el encargo del "Descendido" con tan solo 15 años de edad. A pesar de su juventud y de su inexperiencia, la obra apunta ya un cierto dominio de la anatomía y la composición de las figuras, que recuerdan a las de los grupos del siglo XVII, sobre todo en la expresión dramática de los rostros, inspirándose el escultor en los que había contemplado en las exposiciones o en las procesiones de Semana Santa. Hay que tener en cuenta que Benlliure fue un artista muy precoz: a los 9 años se inició como tallista bajo la tutela de su hermano José, y antes de cumplir 10 años intervino en sus primeros concursos y exposiciones.

Este paso procesional para la Real Cofradía del Santo Entierro de Zamora le vino por su amistad con Federico Cantero Seirullo, ingeniero director de la línea ferroviaria Medina del Campo-Zamora. Un encargo posible gracias a la permanencia de Benlliure en la ciudad, junto con su padre y su hermano Blas, para acometer las obras de reforma y decoración del Palacio de los Valencia a instancias de Cantero. Fracasadas las negociaciones del Santo Entierro con el imaginero local Ramón Álvarez para el nuevo paso, el ingeniero avaló ante la hermandad la valía y oficio del adolescente Mariano, consiguiendo así el encargo de la obra. En ello tuvo que ver el excelente conjunto de figuras y retratos en barro que realizó para la referida mansión.

Para llevar a cabo el "Descendido", por el que cobró 3.000 pesetas, Mariano se trasladó a Madrid, donde alquiló una buhardilla en la que talló en madera las figuras. Fue por tanto su primera obra importante, salida además íntegramente de sus manos y tallada directamente en la madera por desconocimiento de otro mérito, como él mismo contaba. Para la policromía de las piezas contó con la ayuda de sus hermanos José y Juan Antonio. Muy conocidas son las anécdotas que Mariano contaba acerca de su ejecución, como la mala combustión de una estufa por la que casi pierden la vida él y su hermano José o el tabique de la vivienda que hubo de ser derribado para terminar el grupo, lo que conllevó que fuese desalojado por su casero.

El grupo está compuesto por ocho esculturas, de tamaño ligeramente mayor que el natural: Cristo, la Virgen María, los santos varones José de Arimatea y Nicodemo, el apóstol Juan y las tres Marías: Magdalena, Salomé y Cleofás. Al fondo aparece la cruz, rectangular y algo tosca, con el sudario y las dos escaleras, señal de que el cuerpo de Jesús acaba de ser descendido. Según el propio Benlliure, posó toda la familia; por ejemplo, para el Cristo su hermano Blas, para la Virgen su hermana María y para José de Arimatea su padre Juan Antonio.

La composición del "Descendido", que denota una cierta rigidez, sorprende por su concepción espacial y su extraordinario sentido escenográfico. A pesar de su densa policromía se puede apreciar la calidad de la talla de la madera. Por el objeto de nuestro estudio nos interesa especialmente el conjunto de la Piedad formado por María con el hijo en brazos que se halla dentro del grupo, contemplado con dolor por el resto de los presentes. La Virgen mira al cielo a punto de quebrarse mientras apenas puede sujetar la cabeza de Jesús. Tallado en un mismo bloque, recuerda en su resolución al ya estudiado grupo del MNE realizado por Gregorio Fernández.