El retablo mayor de la Iglesia de Santiago en la localidad sevillana de Utrera es de traza neogótica. En él aparecen una serie de pinturas ejecutadas en el año 1927 por Gustavo Gallardo, copia de los paneles del tríptico del hospital hispalense de las Bubas, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Dicho tríptico, conocido como del Calvario, se atribuye a Frans Francken I (conocido también con el nombre españolizado de Francisco Frutet), uno de los tres grandes pintores flamencos llegados a Sevilla en el siglo XVI. Los otros dos son Hernando de Esturio y Pedro de Campaña. De ser realmente suya esta obra, nos encontraríamos ante un romanista flamenco de gran calidad artística.

Volviendo al retablo, en el banco se representan a cuatro de los Apóstoles, en las calles laterales escenas de la Pasión de Cristo y en la central a Santiago Apóstol, titular del templo, siendo la escultura exenta situada sobre el manifestador una obra anónima fechable en el segundo tercio del siglo XVII.

Las obras de Gustavo Gallardo Ruiz (1891-1971), pintor sevillano, son fieles a unos conceptos clásicos y muestran profundos conocimientos del oficio, equilibrio entre la idea y la representación, y concienzuda preparación técnica, iniciada en el más riguroso sometimiento a la disciplina del dibujo y completada en un cuidadoso estudio del colorido y de las leyes del material. A lo largo de su dilatada vida artística, Gallardo abordó los más diversos empeños, atesorando una sustancialidad puramente pictórica, traducida en el vigor de las formas.