RICCI/CARREÑO. 400 AÑOS
OBRAS CONJUNTAS
Con información de Alfonso Pérez Sánchez
Bóveda de San Antonio de los Alemanes Francisco Ricci y Juan Carreño de Miranda |
Concluida su formación inicial con Pedro de las Cuevas y Bartolomé Román, Juan Carreño de Miranda ingresa como ayudante en el taller de Ricci, colaborando con el maestro en labores al fresco para las bóvedas del antiguo Alcázar madrileño y en varias iglesias de la capital de España, caso de Santo Tomás, así como en las pinturas para la capilla del Ochavo o del Relicario de la catedral toledana. La intensa actividad de Francisco Ricci como fresquista se halla hoy desgraciadamente perdida en gran parte. Entre las obras desaparecidas, realizadas en estrecha colaboración con Carreño, se encuentran la decoración del salón de los Espejos y de las galerías de las Damas del Palacio Real, y la de la iglesia de Atocha. Se conservan, afortunadamente, sus pinturas para los conventos madrileños de San Plácido y las Descalzas Reales. |
Boveda de la Capilla del Ochavo (Catedral de Toledo) Francisco Ricci y Juan Carreño de Miranda |
Quizás la mejor de las obras conservadas sea la Apoteosis de San Antonio (hacia 1665), fresco de la bóveda del templo madrileño de San Antonio de los Portugueses o de los Alemanes. Según Palomino, la traza y ejecución de la arquitectura fingida -llamada también quadratura por los expertos- y adorno de la cúpula fue realizada por Ricci con ayuda de Carreño, quien realizó las pinturas del centro de la cúpula. Se advierte especialmente en estos frescos (hacia 1660-1666), inspirados en unos dibujos de Michele Colonna, la gran experiencia de Ricci como pintor de perspectivas y de escenografías para el teatro del Buen Retiro. Destaca la composición, plena de dinamismo y repleta de frenéticas actitudes y escorzos en las figuras angélicas. Dicho conjunto de Ricci y Carreño, uno de los más importantes proyectos decorativos realizados en Madrid durante el periodo barroco, fue retocado en 1699 por Luca Giordano, quien además reparó daños provocados por humedades e introdujo algunas reformas en el diseño original, como la transformación de las columnas o el cambio en la disposición de la figura principal de San Antonio. Dentro de los trabajos para el templo de Atocha, la mejor obra de Carreño fue la ornamentación pictórica del camarín de la Virgen, hoy desaparecido, donde pintó el Sueño del Papa Honorio, sobre el destino de San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán al detener la caída de la Iglesia, fresco del que dijo Michele Colonna al rey Felipe IV que el mejor artista de la corte era el que había pintado esa escena. |
Fotografías de Filo Schira (Madrid) y www.jdiezarnal.com (Toledo)
FUENTES: PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio, "Francisco Rizi", en Carreño, Rizi, Herrera y la Pintura Madrileña de su Tiempo, catálogo de la exposición homónima, Madrid, 1985, pp. 58-90; MORALES Y MARÍN, José Luis. La Pintura en el Barroco, Barcelona, 1998, pp. 199 y 210. |
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