Aunque el Ecce Homo es un tema muy habitual en la Escuela granadina de escultura, no lo es en el arte de Peral, a quien se le atribuye este busto, pareja de una Dolorosa, ambos en madera tallada y policromada y conservados en la capilla del Sagrario de la Colegiata de Santa María la Mayor, de Huéscar (Granada).

Cierto es que la imagen de Cristo, como dice Fajardo Ruiz, resulta algo blanda si la comparamos con las caras de otras imágenes de Cristo que tallara Ruiz del Peral, pero cumple todos los prototipos de rostro masculino del maestro, visibles en los yacentes de Santa María de la Alhambra o de las Angustias de Guadix (desaparecido) o el ya estudiado Nazareno de Castril: la bifurcación de la barba, la nariz algo puntiaguda, los dientes a la vista gracias a los labios entreabiertos, los ojos no muy abiertos y la mirada cabizbaja. Lleva los brazos pegados al cuerpo y los antebrazos en disposición horizontal, con las manos cruzadas, pero ambas visibles y de gran calidad en su ejecución; la derecha por encima de la izquierda, con los dedos crispados y abiertos.

El Ecce Homo viste túnica en tonos azulados, completamente decorada con motivos vegetales asimétricos en rocalla, dorados, con esgrafiados. La túnica queda abierta sobre el pecho formando una larga "Y", con cenefa dorada tratada con picado de lustre. El estofado es de una calidad altísima, es el cénit en su obra, y no es de extrañar, debido a que Torcuato Ruiz del Peral se formó antes como pintor con el maestro local granadino Benito Rodríguez Blanes. Aunque parece ser, que una vez alcanzada su madurez artística, fue tal el número de encargos, que su hermano menor, Juan Manuel Ruiz del Peral, se hacía cargo de los dorados y estofados, en los que alcanzó una gran maestría a juzgar por la impresionante túnica de este Ecce Homo.

Respecto a la Virgen Dolorosa, también de medio cuerpo, muestra las manos en actitud orante a la altura del pecho, con los dedos entrecruzados. Túnica y manto presentan igualmente un rico estofado con esgrafiados y picado de lustre. La túnica es roja, con cenefa dorada de decoración vegetal en cuello y mangas y decoración dorada de rocalla en toda su extensión, al igual que el manto, también orlado en dorado y con rocallas sobre fondo azul. El manto envuelve toda la figura por los brazos y le cubre la cabeza con un amplio vuelo, que deja ver el anverso de la tela decorado con finos esgrafiados dorados.

Las dos piezas proceden del retablo del Cristo de la Expiración de la parroquial de Santiago, también de Huéscar, y son propiedad de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de la Esperanza. La Dolorosa mide 62 x 55 x 40 cm y el Ecce Homo mide 60 x 46 x 43 cm.