León Coloma afirmó la autoría de Ruiz del Peral para varios simulacros de la Inmaculada Concepción que reciben culto en Granada (Museo del Sacromonte, Museo de Bellas Artes de Granada, Convento de Santa Catalina de Zafra e Iglesia de San Pedro), a los que unió otro del templo de San Andrés en Baeza (Jaén).

Según López-Muñoz, la del Bellas Artes es una versión sincrética que recoge distintas aportaciones formales de la tradición escultórica granadina: bebe de las fuentes canescas a partir de su solución fusiforme que permite un menor enraizamiento en la base, y por otro lado, la imagen de la Virgen se sustenta sobre una nube con tres querubines en el frontal que recuerda a obras análogas de José de Mora.

La cabeza, de proporciones algo desproporcionadas con respecto a las dimensiones globales, se resuelve desde los arquetipos más característicos y reiterados de Ruiz del Peral, con ojos grandes y mirada baja, nariz poderosa y boca pequeña. El pelo por su parte se nos presenta ajado en su parte frontal y superior para después recogerse en una melena ondulada que se prolonga hasta la parte superior de la espalda.

En suma, para López-Muñoz son una serie de rasgos que nos remiten indefectiblemente a la gubia de Torcuato Ruiz Peral y nos presentan, con la Inmaculada del Museo de Bellas Artes de Granada, una imagen insólita de uno de los tipos iconográficos más afortunados en la larga tradición de la escuela barroca granadina.