Consta que el escultor y retablista Felipe de Ribas (Córdoba, 1609 - Sevilla, 1648) realizó varios monumentos eucarísticos de Semana Santa para parroquias y conventos del antiguo reino de Sevilla, probablemente inspirados en el Monumento de la Catedral de Sevilla diseñado entre 1584 y 1592 por el arquitecto Asensio de Maeda que, con diversas reformas practicadas en siglos posteriores, ha llegado hasta nosotros.

Entre los monumentos de Ribas, todos desaparecidos, se encontraban el del convento hispalense de Santa Inés, los de las parroquias de Omnium Sanctorum, San Pedro y San Vicente, todas en Sevilla, y los de las iglesias de las localidades de Paterna del Campo y Manzanilla, en la actual comarca del Condado de Huelva. Dichas máquinas, ejecutadas según el canon del monumento de la catedral sevillana, solían constar de varios cuerpos y albergar una custodia o sagrario en su parte central, así como varias esculturas de tipo pasionista.

El Monumento para la Semana Santa contratado en 1636 por Ribas con el templo sevillano de San Pedro contemplaba la figura de un Nazareno o Cristo cargando con la cruz que suele identificarse con la obra que nos ocupa. Sin embargo, ello debe tomarse con muchas reservas. Ya Dabrio González, autora en los años 70 y 80 de espléndidos estudios histórico-artísticos sobre la iglesia y la figura del escultor, estimó que esa identificación resultaba algo prematura y apuntó, como veremos a continuación, al círculo de Juan de Mesa.

Lo cierto es que nada se vuelve a decir en épocas posteriores de la imagen del monumento, por la que Ribas cobró 900 reales de vellón. No hay alusiones a ella en los libros de fábrica, ni tampoco sabemos si era de talla completa o para vestir, medidas, caracteres... No obstante, pueden suponerse similitudes con otras tallas de igual iconografía realizadas por Ribas años después, de las que el Nazareno de San Pedro sería precedente.

Por su parte, Martínez Alcalde apuntó que la comparación de Jesús de la Salud con otras obras seguras de Ribas marca una clara diferencia y no permite sostener la atribución. El encargo a Ribas del Nazareno para ornamentar el monumento, probablemente perdido como todo el conjunto, implicó que en algún momento fuese puesto en relación con la imagen actual a pesar de la distancia formal con otros nazarenos del escultor.

Según el profesor Guerrero Lovillo la talla del Nazareno pertenece al siglo XVII. La imagen, de tamaño algo mayor que el natural, está vestida con túnica morada y lleva potencias. Tanto el cabello como la barba nos ofrecen una talla muy poco marcada; las manos son bastantes nerviosas y la expresión de sereno dolor de su rostro recuerda el rictus típico de las figuras de Juan de Mesa, circunstancia que hizo pensar a Dabrio González que sea obra de algún maestro seguidor de las técnicas del gran imaginero cordobés.

La imagen pertenece a la Hermandad del Santísimo Sacramento y Ánimas Benditas del Purgatorio de la Parroquia del Señor San Pedro. Muy moreno, Jesús de la Salud tiene un rostro atezado y una cabeza de serena unción que contrasta con las crispadas manos, grandes y varoniles. Ello ha hecho pensar a varios expertos en posibles retoques, al menos en lo que concierne a la policromía.

Recibe culto en la capilla mudéjar del Sagrario, situada en la cabecera de la nave de la Epístola. La capilla, de gran valor artístico e histórico, está fundada en 1379 y presenta planta cuadrada cubierta por bóveda ochavada sobre trompas, decorada con ricas lacerías. El retablo, de estilo neomudéjar con ladrillo y azulejería, obedece a la restauración que tuvo lugar en 1924 a cargo del arquitecto municipal Antonio Arévalo Martínez.