El último cuadro conocido, firmado y fechado por Francisco de Herrera el Viejo en Sevilla, es este San José con el Niño (óleo sobre lienzo, 165 x 115 cm) realizado para el coro alto del convento de San José de los mercedarios descalzos de Sevilla, hoy en el Museo de Bellas Artes de Budapest. Su fecha parece ser la de 1645.

La obra responde a la típica representación del santo sedente, en este caso sobre una peña, con el Niño sentado a su vez sobre su rodilla izquierda. Se observa un aura de melancolía que le da especial sentido de premonición de la Pasión, subrayada por la expresión pensativa de San José y la corona de espinas que lleva en su mano derecha el Niño, que alza los ojos al cielo y extiende la izquierda en gesto de entrega resignada.

Pese a lo anterior, la obra muestra una gran viveza de colorido, tanto en las carnaciones del rostro como en el tratamiento de la indumentaria de San José, resuelta en tonos azules y ocres, así como en la riqueza de la túnica del Niño Jesús, pintada en un llamativo rosa de cochinilla.

Con esta exitosa obra Francisco de Herrera el Viejo (Sevilla, hacia 1590 - Madrid, hacia 1654) quiso atemperar su genio a la sensibilidad más delicada de su tiempo -de hecho, la figura del Niño Jesús se diría anunciadora de los tipos creados por Bartolomé Esteban Murillo-, hasta el punto de que el gran experto de Herrera el Viejo, Antonio Martínez Ripoll, llegó a tratarla con cierto desdén por considerarla dulcificada en exceso.

Se conocen otras versiones realizadas por Herrera el Viejo sobre el tema, dos de ellas muy similares: una anterior de 1641 en una colección privada de Madrid, dada a conocer por Valdivieso en 2007 cuando estaba en el mercado del arte, y otra posterior de 1648 que forma parte de la colección permanente del Museo Lázaro Galdiano.