LA ICONOGRAFÍA DE SAN JOSÉ - PINTURA Y ESCULTURA (X)
JOSÉ DE RIBERA

22/02/2021


 

 

Esta pintura se inspira en una historia apócrifa del Protoevangelio de Santiago en la que una paloma surge del bastón de José, lo que indica que ha sido elegido para ser el marido de María. Ello a menudo es simbolizado con una vara florecida, aunque algunos artistas como Giotto, en su pintura "Matrimonio de la Virgen" para la capilla Scrovegni de Padua, representan a José con un bastón florido con una paloma en su punta.

En el cuadro José expresa su preocupación por casarse con María, al decir "Tengo hijos y soy un anciano". Por consiguiente, en esta obra de José de Ribera es retratado como un hombre anciano con cabello canoso y barba blanca. Su mirada hacia arriba crea profundas arrugas en su frente, lo que enfatiza aún más su edad. El sentido de duda de José al enterarse de su destino se evidencia en su mirada suplicante.

El San José de Ribera mira humildemente hacia una luz divina, con la boca abierta por el asombro. Su humanidad es enfatizada apropiadamente por el autor en este trabajo ya que José todavía no ha asumido el papel de padre putativo de Cristo. La pintura de Ribera, un óleo sobre lienzo (71,8 x 61,9 cm) realizado hacia 1635, actualmente en el Museo de Bellas Artes de Montreal, pertenece a una larga tradición de representar a José como un anciano, si bien ya a partir del siglo XVI tornó a una apariencia más juvenil e idealizada.

El tenebrismo y el realismo de Caravaggio influyeron profundamente en el estilo pictórico del artista valenciano. José de Ribera se distingue de otros artistas influidos por Caravaggio en la forma en la que usa el claroscuro, con menos tendencia hacia las escenas dramáticas teatrales para dar protagonismo a un contexto más espiritual y misterioso, mientras mantiene una calma y un equilibrio sobrios en sus composiciones.

Esta pintura es típica de sus imágenes devocionales presentadas en formato "apostolado" (serie de retratos de los doce apóstoles) que había desarrollado en Flandes y España antes de afincarse en Italia. Ribera le infunde un carácter notablemente espontáneo y cercano al retrato. Todo el foco de su obra está en la conmovedora expresión, que como hemos apuntado antes, transmite asombro y hasta cierta gratitud por el milagro.

 

FUENTES

PORTÚS PÉREZ, Javier. Ribera, Barcelona, Ediciones Polígrafa, 2011, p. 65.


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