Obra del afamado escultor Francisco Antonio Ruiz Gijón (1653-1720), a quien se atribuye con fundamento, incorporándose San Ángelo de Sicilia al catálogo de su autor. Representa al mártir carmelita del siglo XIII que sufrió el tormento al ser atravesado por las flechas y por una cimitarra en la cabeza. Presenta la talla un magnífico tratamiento del rostro y una acertada labor de estofados. Sujeta un libro donde puede leerse la palabra "Catania", confirmando que se trata del mártir siciliano. Durante un tiempo su iconografía fue cambiada por la de San Juan de la Cruz, devolviéndose posteriormente a su condición original. Es una de las tallas que más acapara la atención en el templo, debido a la cimitarra que atraviesa su cabeza.