Un buen equipo de restauradores ha hecho posible el renacimiento del templo del Santo Ángel a través del ya comentado proyecto de restauración del patrimonio mueble que la Orden lleva realizando desde 2005. Así, debemos mencionar a Antonio Díaz Arnido, Manuel Ruiz-Berdejo Cansino, Carles Salafranca, Carlos Peñuela, Carmen Bahíma, Julio Alcaraz, Jairo del Toro, Antonio Vera o Cinta Rubio del IAPH.

Antonio Díaz Arnido ha llevado a cabo trabajos tanto de pintura como de restauración, estos últimos realizados junto al restaurador Ruiz-Berdejo. Pintor, conservador, restaurador y belenista sevillano, Díaz Arnido es seguramente el artífice más prolífico dentro de los contemporáneos que han trabajado para el convento, hasta el punto que los últimos años de su renovada existencia no podrían entenderse sin su asidua intervención.

Entre sus obras restauradas junto a Ruiz-Berdejo para el templo tenemos la Virgen del Carmen que preside el altar mayor de la iglesia, pieza magistral de Cristóbal Ramos que ya analizamos en el especial; los ángeles lampareros que flanquean el presbiterio, obras del círculo de Pedro Roldán (uno de ellos en la imagen superior); la decoración mural de la cúpula de la capilla sacramental, firmada por Manuel Cañas en 1925; el retablo (mediados del siglo XVII) y la imagen de San Elías (atribuida como hemos visto al escultor Blas Molner), y la capilla de la Virgen de Lourdes, en la que intervinieron artistas como Gonzalo Bilbao y Antonio Cavallini.

Respecto a sus trabajos de pintura, nos encontramos con los marmorizados del retablo de la capilla de los Siete Dolores, el escudo de la Orden sostenido por dos ángeles mancebos del sotocoro (imagen de cabecera), y especialmente el ciclo pictórico del retablo del Niño Jesús de Praga (imagen superior), compuesto por seis pinturas, todas ellas de agradable colorido y acertada composición, que se adaptan a la estructura en arco de este retablo marmóreo: "Hermano Francisco del Niño Jesús", "Beato Eufrasio", "La Princesa Polixena entrega el Niño a los frailes de Praga", "La Sagrada Familia visitando a los eremitas del Monte Carmelo", un "gran medio punto" con numerosas figuras de angelotes que sostienen una filacteria con el lema del Niño Jesús de Praga y otro "pequeño medio punto" con el escudo de la Orden del Monte Carmelo.