LOS ARTISTAS VINCULADOS AL TEMPLO DEL SANTO ÁNGEL DE SEVILLA
PINTURA CONTEMPORÁNEA
Juan Dobado (25/02/2021)
Beatriz Barrientos La Visión de Santa Teresa representa una escena poco usual y que antes no se había llevado al arte. Es una visión que la santa tiene cuando está aquí fundando el convento de las carmelitas descalzas. La misma santa nos lo cuenta: "Estando la misma noche en maitines, el mismo Señor, por visión intelectual, tan grande que casi parecía imaginaria, se me puso en los brazos a manera de cómo se pinta la Quinta Angustia. Hízome temor harto esta visión, porque era muy patente y tan junta a mí, que me hizo pensar si era ilusión. Díjome: “No te espantes de esto, que con mayor unión, sin comparación, está mi Padre con tu ánima". La artista ha representado el tema a modo de una Piedad, tal como la santa detalla, desdibujando la imagen del Cristo para hacerla más próxima a una visión. Pintada en 2010 con el naturalismo característico de esta pintora sevillana, es la primera de una serie de cuatro pinturas para el intradós de las capillas laterales de la iglesia. Con Diálogo del Nazareno recrea una escena que forma parte de la iconografía más difundida de San Juan de la Cruz. Pintada sobre tabla en 2011 pone imagen al famoso suceso de la vida del místico que tuvo lugar en su trienio como prior en Segovia (1588-1591). Un día se encuentra con una pintura algo abandonada que representa a Jesús Nazareno cargado con la cruz. Decide darle mayor dignidad, la arregla, prepara un altar, lo decora con flores y cera y será su lugar de oración a partir de ese momento. Estando un día delante, fray Juan escucha unas palabras: "Fray Juan, pídeme lo que quisieres por estos trabajos que me has hecho", a lo que el santo responde: "Señor, padecer y ser despreciado". Barrientos muestra al santo en actitud contemplativa ante el cuadro del Nazareno, completándose con un precioso bodegón sobre la mesa de altar. Es una obra de ambiente nocturno, menos habitual en las obras de la pintora sevillana. San Juan de la Cruz niño salvado por la Virgen fue pintada en 2012 para completar la serie carmelitana del intradós de los arcos de las capillas laterales. En un bello paisaje el santo niño juega con sus amigos, cae una charca fangosa y mientras se hunde implora a la Virgen, que se le aparece para salvarle. El niño no quiere darle la mano para no mancharla, después se le aparecerá San José y con su vara le sacará. Escena de gran belleza, así como las figuras de la Virgen del Carmen o el niño Juan, creando una atmósfera de armonía y serenidad. Por último, la pintura de San Juan Pablo II fue presentada el 1 de mayo de 2011, día de la beatificación del papa. Pintada con un realismo espectacular, especialmente en el verismo del rostro. Aparece de medio cuerpo en el interior de la iglesia conventual de los carmelitas descalzos de Wadowice, presidido por San José, a quien dejó su anillo del pontificado. En esta iglesia de los frailes confesaba y recibió el Escapulario del Carmen cuando tenía 16 años, y lugar donde ha vuelto tras su fallecimiento. Lleva una inscripción donde puede leerse: "Yo también llevo sobre el corazón, desde hace mucho tiempo, el Escapulario del Carmen". |
Sergio Cornejo Los paños laterales a la hornacina del retablo de los Siete Dolores cobijan dos pinturas sobre tabla con ángeles pasionistas que se deben a Sergio Cornejo Ortiz. Sobre fondo oscuro destacan las figuras de los ángeles mancebos que sostienen la escalera uno y otro el sudario con que descolgar el cuerpo de Cristo de la cruz. Arquitecto colaborador de la comunidad, Sergio Cornejo también ha realizado el diseño del retablo de Santa Teresa de Jesús y el diseño de las coronas de oro de la Virgen del Carmen y el Niño del escultor Cristóbal Ramos, elaboradas por Juan Borrero (Orfebrería Triana) con las que tuvo lugar su Coronación Canónica. |
Chema Rodríguez Como si se tratase de una nueva serie zurbaranesca se dispone la Serie de santos carmelitas descalzos, una galería de nuevos santos de la Orden recientemente canonizados: San Rafael Kalinoswki, polaco; Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), alemana; Santa Maravillas de Jesús, española; Santa Teresa del Niño Jesús, francesa; Santa Teresa de los Andes, chilena, y Santa Teresa Margarita Redi, italiana. Han sido pintados entre 2009 y 2011 como frescos al estilo italiano del Renacimiento pero sobre tabla, dominando con rotundidad cada santo a través de los volúmenes de sus amplios hábitos y capas, con la genialidad habitual de este gran pintor hispalense contemporáneo. La serie muestra la universalidad de los Santos del Carmelo Descalzo. |
Jonathan Sánchez Aguilera El Cartel de la Coronación de la Virgen del Carmen fue pintado en 2015 como un tríptico flamenco. Las tres tablas están pintadas en su interior y en su exterior. El interior muestra en la tabla central a la Virgen del Carmen coronada por San Miguel y San Gabriel, mientras que en las tablas laterales vemos San Rafael y el Ángel de la Guarda, las tallas de Blas Molner del presbiterio. En el exterior, siguiendo la técnica flamenca de la grisalla, se muestra a Santa Teresa de Jesús y a San Juan de la Cruz. En palabras del autor, se trata de una de sus pinturas más complejas por la cantidad de matices, como el dosel, la alfombra o la misma indumentaria de los personajes, muy en el estilo detallista de la pintura flamenca. Por otro lado, la Entrega del escapulario a San Simón Stock representa uno de los temas más habituales en la iconografía carmelitana, con el estilo realista que caracteriza a este pintor contemporáneo. Fue pintado en 2011 como regalo de la comunidad al padre que terminaba sus seis años de priorato, representándolo en la figura del santo carmelita. Todos los personajes son modelos tomados del natural. |
Isabel Sola Las pinturas ovaladas de San Luis Martin y Santa Celia Guerin, que se disponen en los laterales del retablo de Santa Teresita del Niño Jesús, fueron debidas a la pintora sevillana Isabel Sola. Los padres de Santa Teresita fueron beatificados en 2008 por Benedicto XVI y canonizados por el papa Francisco el 18 de octubre de 2015. |
Ricardo Suárez En la mesa de altar del retablo de los Siete Dolores, a modo de sepulcro, se ha ubicado la pintura del Cristo yacente, obra bendecida el 21 de marzo de 2009 que se debe a los pinceles de Ricardo Suárez. Representa a Cristo muerto sobre un sudario con un angelito a los pies. Magnífica pintura que pone de manifiesto la dureza de la pasión y el rigor mortis en el cuerpo del Salvador, sin restar unción a la expresividad de su rostro. |
Fotografías de Luis Romero
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