LOS ARTISTAS VINCULADOS AL TEMPLO DEL SANTO ÁNGEL DE SEVILLA
MISCELÁNEA
Juan Dobado (06/03/2021)
Relicario de Santa Teresa de Jesús Se trata de una de las últimas adquisiciones de la comunidad, en enero de 2020. Según la tradición del linaje Paternina este busto fue costeado por sus antepasados para albergar la reliquia del corazón incorrupto de la santa hasta que Herrera Barrionuevo diseña el relicario de orfebrería que lo custodia. La talla pertenece al primer tercio del siglo XVII realizada por alguno de los discípulos directos o colaboradores de Gregorio Fernández. Santa Teresa está representada como escritora, de medio busto, siguiendo un modelo de gran éxito en la Orden, como el de Alcalá de Henares (Madrid). Es una de gran calidad, totalmente estofada, a la que se ha incorporado un relicario de filigrana de plata del siglo XVII con una reliquia de la santa. |
San José La imagen fue realizada en 1806, encargada por la Esclavitud de San José, corporación fundada en 1744 y dedicada al culto del Santo Patriarca. Obra de aire clásico que muestra a San José sosteniendo en brazos a un precioso Niño Jesús. La cabeza parece anterior a la fecha de ejecución que publicamos. Sustituye a la imagen que talló Juan de Mesa para este convento, y que, como abordamos en la anterior entrega, pudiera tratarse de la imagen restaurada recientemente y conservada en la capilla de las Carmelitas de la Caridad de la calle Pozo. |
Virgen del Pilar Preciosa imagen realizada en plata de ley a finales del siglo XIX, de medidas idénticas a la de Zaragoza. Posee una interesante colección de mantos bordados y un fajín obsequio de Alfonso XIII. Contó con una asociación que le daba los cultos más solemnes del Santo Ángel. Fue su camarera María de las Mercedes de Borbón y Orleans, madre de Juan Carlos I. Importantes familias celebraban sus cultos, como Concha y Sierra. La Casa de Aragón celebra su fiesta ante ella cada 12 de octubre, así como todos los actos aragoneses durante el año. |
Ángel de la Guarda Una de las imágenes de mayor devoción a pesar de su pequeño tamaño. Es la imagen a la que le rezan los fieles cuando ingresan en el templo, y depositan en una urna las fotos de sus hijos para que les custodie sus vidas. Sobre peana en forma de nubes, el ángel señala al cielo y sostiene con fuerza al pequeño niño que, con pies vacilantes, parece caerse. Es una magnífica talla del primer tercio del siglo XVIII, vinculada en ocasiones a la estética de Luisa Roldán, aunque posee similitudes con las obras napolitanas de ese momento; concretamente, la figura del niño se asemeja a las composiciones de Nicola Fumo. El tratamiento del cabello del ángel, sin embargo, muestra huellas del quehacer roldanesco. Lo que es indudable es la gran calidad del conjunto. Aparece recogido en la sacristía o en las dependencias conventuales, cuando era Curia Provincial. |
Ecce Homo de las Penas Devota imagen también llamada en otros inventarios como "Cristo de la Humildad". Estuvo en este lugar y también en otros del convento, probablemente sea el Eccehomo que se cita en la capilla de la Esclavitud de San José, actual de la Salud. El busto está realizado en terracota, mientras que los brazos son articulados presentando las manos de en talla. Conserva varias clámides antiguas. El rostro está dotado de una especial unción de humildad y serenidad. Puede datarse a mediados del siglo XVIII. |
Nuestra Señora del Carmen Titular de la Archicofradía del Carmen, denominada "de las procesiones" o "de la portería". Destaca la belleza de esta imagen de candelero propia de la escuela sevillana del segundo tercio del XVIII. Su rostro resume la estética de las imágenes marianas de la escuela sevillana del Barroco: hermosos ojos, sonrisa esbozada, facciones cuidadas... Por su parte, el Niño nos plantea su vinculación a la escuela genovesa del XVIII por el tratamiento de los cabellos y los rasgos del rostro. Es una obra de gran calidad recientemente restaurada. Posee magnífico ajuar de hábitos bordados, capa de salida, platería y sus joyas del XVIII donadas por la condesa de Urbina, su camarera en el siglo XIX, así como ráfaga y media luna de plata de Orfebrería Triana. |
Virgen del Rosario Aunque de pequeño tamaño, la talla de candelero de la Virgen del Rosario es una obra de gran calidad en el tratamiento de la cabeza de la Virgen y sus manos, así como en la figura completa del Niño Jesús. La Virgen gira su cabeza en actitud de mirar al Niño, frunciendo levemente el ceño en un gesto que recuerda la producción de José Montes de Oca, destacado escultor del setecientos hispalense. Dichos rasgos los vemos igualmente en el rostro serio del Niño Jesús, pensativo mientras sostiene el rosario que también porta la Madre. Interesante obra perfectamente acabada a pesar de su reducido tamaño y como candelero para vestir. |
Cristo confortando a Santa Teresa Adaptada al arco que sirve de acceso a la capilla sacramental se encuentra desde 2010 esta colorida obra del pintor malagueño Raúl Berzosa. Recoge ese momento que la santa escribe: "Se me presentó Cristo, y parecíame que me partía del pan y me lo iba a poner en la boca, y díjome: "Come, hija, y pasa como pudieres; pésame de lo que padeces, mas esto te conviene ahora" (Relaciones 26, 2). Berzosa sitúa la escena en el interior del refectorio, apareciendo Jesús cargando la cruz ayudado por dos angelotes. Mientras le acerca el pan a la santa, un ángel sostiene a la casi desmayada Teresa. El pintor hace gala de su rica paleta de tonos vivos en los ángeles, así como en el contraste de luces que permite mayor protagonismo a Cristo y a Teresa. |
Santiago Apóstol Este delicioso conjunto de terracota policromada, anónimo del siglo XVIII, representa la famosa aparición del apóstol en la batalla de Clavijo el 23 de mayo del año 844 con el fin de vencer a las tropas sarracenas. Hablamos de una verdadera miniatura en todos y cada uno de sus detalles. Lleva elementos de plata originales del setecientos. Se trata de una escena escultórica típicamente conventual. |
Niño Jesús La mayoría de los estudios coinciden en que la experiencia teresiana de Jesús Niño constituye el punto de partida de la devoción a las tiernas imágenes del Niño Dios que pueblan los conventos de clausura. Esta pasión por la humanidad del Salvador se ha traducido en urnas con hermosos niños que pueblan desde entonces los conventos bajo las más bellas y entrañables advocaciones. Este en cuestión, popularmente conocido como "El Reyecito" por la gran corona real que luce, se halla relacionado con el escultor e imaginero cordobés Alonso Gómez de Sandoval (1713-1801) debido a sus similitudes con otras imágenes sobre el mismo tema de la ciudad de Córdoba que se le atribuyen, como el Niño de la Virgen del Carmen Coronada. Es una de las piezas que se exhiben en la colección del Museo del Santo Ángel, una de las mejores sobre el Niño Jesús de España. |
Fotografías de Luis Romero
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