Óleo sobre lienzo de gran tamaño (435 x 535 cm) que ahora cuelga en la sacristía de la basílica veneciana de Santa Maria della Salute. Pintada originalmente en 1561 para el refectorio del Convento dei Crociferi de Venecia, la obra fue trasladada a la Salute tras la supresión de la orden religiosa de los crucíferos en el siglo XVII.

El cuadro está dotado de un gran sentido de profundidad, que se consigue con un acertado uso de los elementos arquitectónicos, siendo remarcable el tratamiento oblicuo del techo y de los muros de la estancia, los cuales convergen hacia un espacio abierto visible a través de tres clásicos arcos de medio punto. Destaca, igualmente, la disposición longitudinal de la gran mesa rectangular, que remarca las amplias dimensiones de la sala, dirigiendo la atención del espectador hacía las figuras de Jesús y de María, que se dibujan a lo lejos.

La obra reproduce el episodio de las bodas de Caná, narrado por San Juan en su evangelio (Jn 2, 1-11). La Virgen mantiene levantada la mano derecha con el índice extendido, indicando a su hijo que los comensales se han quedado sin vino, con el ruego de que acuda en ayuda del esposo. Había allí seis grandes tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. Jesús ordenó a los sirvientes que llenaran hasta el borde de agua las tinajas y que luego sacaran el contenido y se lo llevaran al encargado del banquete. Así lo hicieron y comprobaron, al sacar el líquido de las tinajas, que el agua había cambiado en vino. Cristo realiza, así, su primer milagro por intercesión de su madre María. Y lo hizo en Caná de Galilea, donde manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Entre 2016 y 2018 "Las bodas de Caná" ha sufrido una profunda restauración de más de dieciocho meses. La restauradora italiana Valentina Piovan y su equipo eliminaron la suciedad superficial, el barniz oscurecido y los retoques alterados que comprometían la legibilidad de la pintura. Las extensas pruebas de diagnóstico efectuadas (rayos X, reflectografía infrarroja, fluorescencia UV y análisis de pigmentos) confirmaron que muchos de los pigmentos originales de Tintoretto se habían alterado indefinidamente, y ahora aparecían oscuros y marrones. A pesar de la naturaleza fugaz de algunos de los pigmentos usados en la pintura, el esplendor de otros colores vibrantes utilizados por Tintoretto es más evidente después de esta exitosa restauración.

Los análisis científicos llevados a cabo a raíz de dicha restauración también confirmaron el uso de una técnica de témpera anticuada, usando huevo como aglomerante de pigmento en lugar de aceite, y el hecho de que Tintoretto pintara directamente sobre el lienzo desnudo, sin una capa preparatoria de yeso. Esto dio como resultado que la pintura tuviera un efecto de tapicería tejida, ya que la textura del lienzo es muy evidente a través de la superficie pintada y los colores al temple son muy mates en lugar de los brillantes al óleo.

Un año antes del encargo de "Las bodas de Caná" nació Domenico, el hijo mayor de Tintoretto que se convertirá en su principal discípulo y colaborador. En 1564 el maestro donará a la Scuola Grande di San Rocco, en Venecia, la tela "San Roque en gloria" para el óvalo central del techo de la Salla dell'Albergo, dando así inicio a una producción pictórica para dicha institución que durará un cuarto de siglo.