ARTE EN EL VIA CRUCIS MAGNO. SEVILLA 2013 - ESTACIÓN VII
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
Sergio Cabaco y Jesús Abades
El escultor hispalense José Manuel Rodríguez Fernández-Andes (1908-1950) se inspiró en el primitivo titular de José Montes de Oca (1738) para labrar la imagen de Jesús de la Salud, actual hechura cristífera de la popular Cofradía de los Gitanos que procesiona en la Madrugada del Viernes Santo sevillano. La magnífica talla de Montes de Oca, destruida en 1936, era originalmente un Nazareno de las Tres Caídas procedente del Convento del Espíritu Santo que, en fecha indeterminada, fue reformado para erguirlo, labrándose nuevos pies. El Nazareno de Fernández-Andes, realizado en 1938, adelanta con firmeza el pie izquierdo, en decidida marcha, inclinando la cabeza, y manteniendo la mirada baja y abatida. La larga cabellera, con corona de espinas esculpida al modo mesino sobre el voluminoso cráneo, presenta raya al centro y dos ondulados mechones que caen por ambos lados, dejando visibles ambas orejas. La barba, bífida y oscura como los cabellos, fue meticulosamente trabajada por el autor, quien empleó madera de cedro en la ejecución de esta figura. Su policromía al óleo corrió a cargo del pintor y diseñador hispalense Guillermo Bonilla. Se aprecia una clara idealización en las facciones del viril semblante: almendrados ojos policromados en la madera, pestañas de pelo natural en los hinchados párpados superiores, cejas finas y levantadas que denotan aflicción y forman un marcado entrecejo con la característica forma de "uve", nariz recta, angulosos pómulos, y boca entreabierta y jadeante que muestra talladas en su interior la lengua y la corona dentaria superior. El bigote, muy espeso, apenas deja ver el labio de arriba, algo menos carnoso que el inferior. Tras la restauración efectuada en 1982 por el escultor sevillano Luis Álvarez Duarte, quien suprimió el primitivo candelero de Fernández-Andes, hoy en día posee un cuerpo de brazos articulados y excelente estudio anatómico que no suele verse por hallarse ataviada la escultura con larga túnica de terciopelo atada a la cintura. Álvarez Duarte labró también nuevos pies y colocó nuevas pestañas postizas. Conviene señalar que, tres años antes, el mismo artista talló otro cuerpo para la imagen, sustituido por el actual al tener el primero una zancada demasiado pronunciada. Consta también, según fuentes de la hermandad, otra intervención efectuada en 1969 por el artista sevillano José Paz Vélez, quien labra nueva corona de espinas de un modo más arbóreo. Respecto a las carnaciones, son muy tostadas y propias de la etnia gitana. Finos y escasos regueros de sangre salen de la frente y se escapan hacia abajo, atravesando el cuello y las contusas mejillas. Las manos se aferran suavemente al travesaño del leño que carga sobre el hombro izquierdo, labrado en 2007 por Enrique Gutiérrez Carrasquilla, quien restauró la imagen en 2002 y 2004 para consolidarla y tallar nueva peana. Exornada con potencias cinceladas en oro de ley por Manuel Seco Velasco (1967), este devoto Nazareno de tamaño natural (mide 167 cm de altura) procesiona sobre rutilantes andas de estilo neobarroco, talladas en 1979 por Antonio Martín Fernández. Llevan trabajos de ebanistería de Francisco Bailac y se alumbran con cuatro faroles de metal dorado, cincelados en metal dorado por Manuel de los Ríos, autor también del llamador (2007). La decoración escultórica corrió a cargo de Francisco Buiza, quien labró las estatuillas de los evangelistas, los ángeles mancebos y los querubines. El dorado corresponde a Luis Sánchez Jiménez (1979). |
Fotografía de Roberto Villarrica para www.fotoscofrades.com
FUENTES: Con información de Luis Álvarez Duarte; TORREJÓN DÍAZ, Antonio. José Montes de Oca, Sevilla, 1987; ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Alonso. "Nuevos datos sobre la vida y la obra del escultor José Montes de Oca", publicado en Atrio, nº 4, Sevilla, 1992; www.hermandaddelosgitanos.com |
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