FRANCISCO CAMACHO DE MENDOZA

José Manuel Moreno Arana


 

El escultor y arquitecto de retablos Francisco Camacho de Mendoza (1680-1757) fue una de las personalidades artísticas más sobresalientes del Jerez de la Frontera del siglo XVIII. Así lo parecen indicar sus pocas obras documentadas y la llamativa fama que gozó entre sus contemporáneos.

Con el objetivo de ofrecer una visión global y actualizada sobre su figura, partimos de un análisis de la evolución de los estudios sobre este imaginero. Seguidamente, presentamos algunas aportaciones documentales sobre su nacimiento y orígenes familiares, que permiten confirmar detalles sobre su formación artística. Terminamos con unos breves apuntes sobre su obra y estilo.

 

 

1. De la fama a la confusión historiográfica.

Dos son las únicas referencias a su valía como artista que nos han llegado de su época; escasas pero inauditas dentro del contexto jerezano dieciochesco. Ambas son póstumas. La primera es su propia partida de defunción, donde se le califica de "singularissimo escultor entre los de Andalucia y aun de España" y de "especial estatuario" (1). La otra es una declaración del arquitecto Domingo Mendoviña dentro del sustancioso pleito del retablista Andrés Benítez contra los carpinteros de lo blanco de la ciudad (1770), en la que, al referirse a la formación de éste último con Mendoza, lo alaba como "excelente escultor y tallista" (2).

No cabe duda que este prestigio que aún en el último tercio del siglo XVIII poseía su nombre se irá desvaneciendo con el paso de los años. No obstante, su recuerdo no se apagó del todo. La más antigua de las citas bibliográficas en las que se da noticia de su existencia se debe a Joaquín Portillo y fue publicada en 1874. En ella se hace una elogiosa mención a dos atriles, hoy perdidos, que realizó en 1745 para la iglesia del Monasterio de la Cartuja (3). Pero no será hasta el segundo cuarto del siglo XX cuando la incansable labor investigadora de Hipólito Sancho de Sopranis comience a desempolvar de los archivos documentación sobre su actividad artística, sacando a relucir la que debió de ser una de sus más importantes obras, el desaparecido retablo mayor de la iglesia de Santiago (4)

El descubrimiento de su autoría sobre el espléndido San José de la Parroquia de Nuestra Señora de la O de Rota, publicado por Antonio García de Quirós en 1955, parecía vislumbrar un significativo avance (5). El propio Sancho de Sopranis llegó, antes incluso, a llamar la atención al respecto de esta documentación en un artículo, planteando la posibilidad de que fuera autor de otras esculturas de calidad de la zona, citando concretamente la imagen del San Vicente Ferrer de la iglesia local de Santo Domingo (6). Pero, por desgracia, ambas publicaciones serán largamente ignoradas. De este modo, habrá que esperar a los años 80 para que el investigador y restaurador José Miguel Sánchez Peña reabra otra vez la cuestión y, basándose en el estudio del grupo roteño, presente dos nuevas y fundamentadas atribuciones: el Santo Domingo de la iglesia homónima de Sanlúcar de Barrameda y la popular imagen jerezana de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento (7).

De 1993 es el más completo estudio que hasta la fecha se ha escrito sobre Francisco Camacho de Mendoza, del que son autores el profesor Francisco Javier Herrera García y el historiador Lorenzo Alonso de la Sierra. Múltiples detalles biográficos se conocerán entonces, además de ofrecer información sobre obras inéditas, como el conservado retablo de las Ánimas de la iglesia de San Lucas de Jerez (8). Posteriormente, no han sido muchas las nuevas contribuciones al tema (9). Destacamos, no obstante, la escueta aunque atinada visión que sobre el artista ha aportado el historiador Fernando Aroca Vicenti (10).

No obstante, la figura de Camacho todavía hoy se nos sigue mostrando oscura e imprecisa. A la desafortunada circunstancia del escaso número de piezas documentadas que de él subsisten, se le une la continua confusión de su producción con la de otros escultores de su tiempo. Si la historiografía más tradicional había venido adjudicando a la gubia mitificada de Luisa Roldán algunas de las tallas que con mayor fundamento se le pueden atribuir (11), ahora percibimos cierta tendencia a relacionar algunas de ellas con el sobrino de ésta, Diego Roldán Serrallonga, discreto imaginero afincado y activo en la ciudad y su entorno aproximadamente por los mismos años que Camacho (12). La otra cara de la misma moneda ha sido vincular con Camacho de Mendoza una serie de imágenes que hoy, tras nuestras investigaciones, creemos más apropiado asignar a Ignacio López, escultor de origen sevillano y vecino de El Puerto de Santa María que desarrolla su actividad a caballo entre los siglos XVII y XVIII (13).

 

 

2. Orígenes familiares y aprendizaje artístico.

Ante este no demasiado halagüeño panorama, queda mucho aún por avanzar en el conocimiento de la personalidad del maestro jerezano. Y no sólo se trata de aumentar el catálogo de su producción. Hasta ahora, por ejemplo, nada se sabía sobre su formación artística. Aunque se sugirió su aprendizaje con el mencionado Diego Roldán (14), teoría hoy totalmente descartable, actualmente podemos asegurar que al menos una parte de ésta se llevó a cabo con otro maestro sevillano afincado en Jerez de la Frontera muchos años antes que aquél.

Efectivamente, conocemos el caso de un Francisco Guerrero de Mendoza, al que su padre, Diego Camacho Guerrero, pone a aprender el oficio de ensamblador con Francisco Antonio de Soto (15) en 1695, siendo poco más de un año después el contrato cancelado, por lo que la formación con éste, establecida en cinco años, no pudo completarse (16). Ya anteriormente habíamos planteado la posibilidad de que nuestro artista y el referido Francisco Guerrero de Mendoza fueran la misma persona (17).

La definitiva identificación, además de interesantes e inéditos datos familiares, nos la facilita el testamento del propio Diego Camacho Guerrero, otorgado el 25 de Abril de 1739 (18). En él declara ser hijo de Bartolomé Sánchez Camacho y de Sebastiana Guerrero. Igualmente, afirma ser vecino de la collación de Santiago en la calle Piernas (hoy Guadalete), domicilio que sabemos que tuvo su hijo Francisco desde los comienzos de su actividad conocida hasta su muerte. Manda ser enterrado en la sepultura perteneciente a los Camacho en la iglesia parroquial de Santiago o bien en el cañón de los Guerrero de la capilla de San Blas de la parroquia de San Mateo, lo cual demuestra los genuinos orígenes jerezanos del padre de nuestro escultor. 

Frente a ello, la ascendencia materna de Camacho de Mendoza tenía raíces gallegas. De este modo, su padre expresa haber contraído matrimonio con Juana de Mendoza Grajales, hija de Francisco de Mendoza Sotomayor, natural de Pontevedra, y de Juana de Grajales y Medina. De esta unieron nacieron, al menos, siete hijos, entre los que menciona a Francisco Camacho de Mendoza (19). De este último apunta que le dio doscientos reales de legítima con motivo de su matrimonio con Francisca Ramos Rendón (20). Nombra, finalmente, como albaceas al propio Francisco y a sus nietos, e hijos de éste, Diego y José Camacho de Mendoza (21)

A partir de todos los datos anteriores hemos conseguido localizar la partida de bautismo del artista, que recogemos al final en el apéndice documental. Gracias a ella confirmamos su nacimiento en Jerez, si bien debemos adelantar la fecha del mismo algunos años antes de lo que se venía considerando hasta ahora (22). De este modo, sabemos que nació el 9 de Noviembre de 1680, siendo bautizado el 1 de mes siguiente en la parroquia de Santiago. Sus padrinos fueron Juan de Aguilar Camacho y su mujer Jacinta Galindo (23).

Creemos, por tanto, que con esta información queda disipada cualquier tipo de duda sobre la identidad y orígenes familiares del imaginero jerezano (24). Y, desde luego, no debe extrañar este cambio de apellidos, habitual en la época y una verdadera constante en este artista, que también es mencionado en diferentes documentos como Francisco Sánchez Camacho de Mendoza o, simplemente, como Francisco de Mendoza (25).

Volviendo al tema de su formación, hay que apuntar que contaría en la fecha en la que se concierta su aprendizaje con Soto con 14 años, una edad habitual para iniciarse en un oficio. Igualmente, no descartamos que exista algún tipo de relación familiar con el suegro de Francisco Antonio de Soto, llamado Francisco Camacho de la Vega, quien curiosamente aparece como testigo en la escritura de aprendizaje y que, por tanto, pudo haber servido de nexo entre ambas partes (26). En cualquier caso, dicha formación con el maestro sevillano, como dijimos, sólo duraría un año.

Desconocemos las causas de esta llamativa ruptura pero lo que queda claro es que Camacho debió de completar su adiestramiento en los oficios de ensamblador y de escultor con algún otro artista, posiblemente de la zona. Al respecto, diremos que su escasa producción conservada y documentada y las atribuciones más fiables a su gubia mantienen cierta conexión con la producción de los dos escultores que debieron ser los más importantes en la comarca a finales del siglo XVII: Peter Relingh (27) e Ignacio López. De hecho, con bastante frecuencia se ha confundido la obra de éste último con la de Camacho, como ya hemos apuntado. Se ha venido incidiendo en la hipotética influencia de José de Arce a través de los importantes conjuntos escultóricos que dejó en la ciudad (28), posibilidad nada desdeñable, aunque tampoco podemos menospreciar la trascendencia de los maestros que se instalan y trabajan en la ciudad y en su entorno en sus años de aprendizaje, artistas en los que las formas del flamenco aparecen tamizadas ya a través del estilo roldanesco.

 

 

3. Obras documentadas.

Nos centraremos de manera especial en su labor como escultor, ya que creemos que no existe suficiente información para valorar su faceta de retablista. En cualquier caso, conste, además de las diferentes obras documentadas que a continuación recogemos, que en el pleito de Andrés Benítez se le llama "Profesor de la Arquitectura" y que, de manera curiosa, aparece como "ensamblador", y no como "escultor", en el Catastro de Ensenada, todo lo cual nos indica que gozó de un cierto renombre dentro de esta disciplina artística. 

 

JEREZ DE LA FRONTERA

Atriles - Desaparecidos. Eran dos y llevaban relieves de La Huída a Egipto y Cristo y la Samaritana, según el historiador Muñoz y Espinosa. Monasterio de la Cartuja. 1745.

Imaginería del Retablo de la Virgen del Mayor Dolor - Aunque fue contratada, finalmente no llegó a realizarse. Parroquia de San Dionisio. 1740. Estudiada por Pérez Regordán y Moreno Arana.

Intervención en el Retablo del Socorro - Desaparecido. Parroquia de San Miguel. 1714. Intervención documentada por Fernando Aroca Vicenti.

Restauración de Tres Imágenes del Retablo Mayor - Parroquia de San Miguel. 1715 . Restauraciones documentadas por Fernando Aroca Vicenti.

Retablo de Ánimas - Iglesia de San Lucas. 1725.

Retablo Mayor - Desaparecido. Parroquia de Santiago. 1750-1754.

Sagrario y Camarín - Desaparecidos. Realizados para la Iglesia del Convento de San Cristóbal. 1723 . Documentados por los historiadores Alonso de la Sierra y Herrera García.

Tenebrario - Parroquia de Santiago. 1749. Documentado por Sancho de Sopranis.

Urna - Desaparecida. Realizada para el misterio de la cofradía de la Coronación. 1706.

Urna - Desaparecida. Realizada para la imagen de San Francisco del convento homónimo. 1713. Al igual que la anterior, ha sido documentada por Jácome González y Antón Portillo.

ROTA (CÁDIZ)

San José - Parroquia de Nuestra Señora de la O. 1735.

 

 

4. Obras Atribuidas.

Al igual que en las obras documentadas, el repaso de las piezas sigue un orden alfabético dentro de una división efectuada por zonas geográficas.

 

ALCALÁ DE LOS GAZULES (CÁDIZ)

Cristo Atado a la Columna y Virgen de las Lágrimas - Titulares de la Cofradía de la Columna. Hacia 1730-1735. Según Almagro Montes de Oca, se sabe que se realizó la talla del Cristo, constando en el libro de cuentas de la cofradía los gastos por su traslado desde Jerez. Del mismo modo, se sabe que el 30 de Enero de 1735 se encontraban pagados los costes de la cabeza y manos de la Virgen, que fueron traídas también desde la misma ciudad. La cronología y la procedencia jerezana las hacen obras casi seguras del taller de Camacho, debiéndose la atribución a Sánchez Peña, quien pudo estudiar ambas tallas con motivo de la restauración de la Dolorosa y al que agradecemos la valiosa información que nos ha facilitado sobre el asunto. Hay que destacar, por último, que estas dos imágenes han sido víctimas de dos desafortunadas intervenciones llevadas a cabo por el imaginero Alfonso Berrraquero García, encontrándose hoy la dolorosa totalmente desfigurada.

San Francisco de Paula y Virgen de la Consolación - Iglesia del Convento de la Victoria.

CÁDIZ

Restauración de la Virgen del Carmen - Convento del Carmen. Según López Jiménez, Hipólito Sancho le había asegurado que había encontrado documentos que probaban la actividad de Camacho para este convento, creyendo como pieza salida de su gubia la célebre Virgen de Portacoeli, hoy considerada de escuela genovesa. La documentación referida no ha sido localizada, aunque se ha considerado que quizás ésta debía referirse a la restauración de la titular del convento, talla de Jacinto Pimentel (1638) que parece transformada en el siglo XVIII. Esta intervención de Camacho habría consistido en colocarle nuevos ojos de cristal y tallarle nuevas manos.

San Joaquín - El hallazgo de los historiadores jerezanos José Jácome González y Jesús Antón Portillo surgió de la comprobación de lo inscrito en la tablazón situada debajo de la peana del santo, venerado en la Iglesia Conventual de Santo Domingo, en la que figura el siguiente texto: "MENDOZA, ME FASYEVAT, XRES, AÑO, 1736".

JEREZ DE LA FRONTERA

Imaginería del Retablo de Ánimas - Parroquia de San Miguel. Aunque sin descartar la intervención de Diego Roldán, fue puesto en relación por primera vez con nuestro escultor por Alonso de la Sierra y Herrera García. A raíz de la documentación de la arquitectura del retablo como obra de Agustín de Medina y Flores, Espinosa de los Monteros ha propuesto que toda la escultura del mismo sea de Roldán, habitual colaborador de este retablista. En nuestro reciente trabajo dedicado a Medina y Flores, donde ya le atribuíamos este retablo, seguimos considerando el relieve creación de Francisco Camacho, a excepción de la imagen de San Pedro, donde efectivamente se descubre la mano del imaginero sevillano y que creemos es un añadido al proyecto original. Recordemos que en el mismo año en el que se hace este retablo (1740), Medina y Camacho iban a colaborar también en la realización de otro para la cofradía jerezana del Mayor Dolor, en la Iglesia de San Dionisio. Por otro lado, la importante participación del taller que percibimos en estos relieves de ánimas es un detalle muy a tener en cuenta.

Imaginería del Retablo de Ánimas - Santa Iglesia Catedral. Atribuida por Alonso y Herrera.

María Santísima de la Amargura - Al igual que Nuestra Señora de los Remedios, se encuentran atribuidas por el historiador Aroca Vicenti. En los dos casos, las manos que ostentan actualmente no son las originales.

Nuestra Señora de los Remedios - Dolorosa de la Cofradía del Amor. Fue la primitiva titular de la Cofradía del Prendimiento, la cual, radicada en la Iglesia de Santiago, parece ser que encargó sus dos titulares al mismo escultor, Francisco Camacho, muy ligado por razones de vecindad, familiares y laborales a esa parroquia.

Nuestro Padre Jesús del Prendimiento - Anterior a 1725. Los historiadores Jácome González y Antón Portillo han llegado a sugerir que esta celebrada imagen, así como la del Cristo de la Columna de Alcalá de los Gazules, podrían ser creación de Diego Roldán, hipótesis que no compartimos.

San Francisco de Asís - Convento de Capuchinos. Imagen de tamaño académico, conservada en las dependencias conventuales. Esta atribución nos la ha sugerido el historiador y restaurador Sánchez Peña, que ha tenido oportunidad de estudiarla personalmente. Podemos añadir al respecto, por parte de Alonso de la Sierra y Herrera García, que el escultor fue enterrado en Capuchinos y que, así mismo, vivió muy cerca del convento.

San Juan Evangelista - Pertenece a la Cofradía del Amor. Según García Romero y Vega Geán, al igual que la imagen de la Virgen de la Amargura, perteneció a la antigua Cofradía de San Antón y formó grupo con ella.

San Vicente Ferrer - Pertenece a la Cofradía de la Oración en el Huerto. Ha sido relacionada con el círculo de Diego Roldán Serrallonga, teoría que no compartimos.

EL PUERTO DE SANTA MARÍA (CÁDIZ)

San José - Convento de las Concepcionistas. Recogemos esta nueva atribución.

SANLÚCAR DE BARRAMEDA (CÁDIZ)

Santo Domingo de Guzmán - Iglesia de Santo Domingo de Guzmán.

 


 

NOTAS BIBLIOGRÁFICAS

(1) ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Lorenzo y HERRERA GARCÍA, Francisco J.: "Aproximación a la escultura jerezana del siglo XVIII: Francisco Camacho de Mendoza", Atrio, n.° 5, Sevilla, 1993, pp. 26 y 47. No es nada habitual que encontremos calificativos como éstos en documentos de este tipo. Casos similares son las partidas de defunción de artistas de la altura de Murillo o Gregorio Fernández (MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: El artista en la sociedad española del siglo XVII. Ensayos Arte, Cátedra. Madrid, 1984, p. 250).

(2) PÉREZ REGORDÁN, Manuel: El jerezano Andrés Benítez y su concepto del Rococó. Centro de Estudios Históricos Jerezanos. Jerez de la Frontera, 1995, p. 53.

(3) PORTILLO, Joaquín: Cartas a D. Bruno Pérez sobre el Monasterio de Nuestra Señora de la Defensión. Imprenta de la Revista Jerezana. Jerez de la Frontera, 1874, p. 50. Esta noticia también es recogida en: MUÑOZ Y ESPINOSA, Miguel: La Cartuja Jerezana: apuntes históricos del venerable Monasterio de Ntra. Señora de la Defensión, situado en el término de la M. N. y M. L. Ciudad de Jerez de la Frontera, diócesis de Sevilla. 1889, f. s/n (Biblioteca Municipal de Jerez de la Frontera. Sección "Manuscritos", manuscrito 85).

(4) SANCHO DE SOPRANIS, Hipólito: "Papeletas para una serie de artistas regionales", Guión, n.° 24, Jerez de la Frontera, 1936, p. 19.

(5) GARCÍA DE QUIRÓS MILLÁN, Antonio: Rota. Estudio Artístico-Religioso de la Villa. Rota, 1955, pp. 58-62.

(6) SANCHO DE SOPRANIS, H. (Filargo): "Artistas jerezanos poco conocidos", Mundo Ilustrado, n.° 84, Madrid, 1941, p. s/n.

(7) SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: "Nuevas aportaciones a la escultura andaluza del XVIII", Boletín del Museo de Cádiz, n.° IV, Cádiz, 1983-1984, pp. 129-134.

(8) ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, L. y HERRERA GARCÍA, F. J.: op. cit.

(9) Sería el caso de JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: "Apuntes histórico-artísticos de Jerez de la Frontera en el siglo XVII (2ª Serie)", Revista de Historia de Jerez, n.° 7, Jerez de la Frontera, 2001, pp. 110-111.

(10) AROCA VICENTI, Fernando: "Aportaciones al estudio del retablo del siglo XVIII en la Baja Andalucía: el modelo jerezano", Laboratorio de Arte, n.° 10, Sevilla, 1997, p. 239. Del mismo autor: "La Historia del Arte en Jerez en los siglos XVIII, XIX y XX" en Historia de Jerez de la Frontera. Tomo III ("El Arte en Jerez"). Servicio de Publicaciones de la Diputación de Cádiz. Cádiz, 1999, pp. 123-127.

(11) Por ejemplo en: ESTEVE GUERRERO, Manuel: Jerez de la Frontera (guía oficial de arte). Jerez Gráfico. Jerez de la Frontera, 1952, p. 156.

(12) Los últimos avances que ha experimentado el estudio de la obra del sevillano deberían permitir acercarse con bastante fiabilidad a su personalidad artística y evitar, así, equívocos. Para el conocimiento del estilo de Diego Roldán podríamos citar: MORENO ARANA, José Manuel: "Aproximación al imaginero Diego Roldán Serrallonga", Jerez en Semana Santa, n.° 10, Jerez de la Frontera, 2006, pp. 347-355, y POMAR RODIL, Pablo J.: "Estudio Histórico y Artístico", en Nuestra Señora de la Esperanza. Proceso de restauración. Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez. Jerez de la Frontera, 2006, pp. 19-27.

(13) Distintas publicaciones de carácter cofrade han difundido una imagen sorprendentemente falsa del artista, que ha llegado a alcanzar cierta aceptación, a pesar de mostrarnos descaradas invenciones sobre su vida y obra. Por su casi nulo rigor científico evitamos citarlas aquí. Dentro de este confuso ambiente, aunque con mayor prudencia, otros autores han relacionado algunas de estas tallas con el círculo de Camacho (Pomar Rodil, Pablo J. y Mariscal Rodríguez, Miguel Á.: Guía artística y monumental de Jerez. Sílex. Madrid, 2004, pp. 55, 89, 168 y 179). En cuanto a nuestra teoría ver: MORENO ARANA, José Manuel: "La difusión del barroquismo sevillano en El Puerto y su entorno: Ignacio López y Alonso de Morales", Revista de Historia de El Puerto, nº 37, Aula de Historia "Menesteo", El Puerto de Santa María, 2006, pp. 47-80. Una versión muy similar de este artículo ha sido también difundida por internet a través de La Hornacina.

(14) ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, L. y HERRERA GARCÍA, F. J.: op. cit., p. 29.

(15) Es una de las principales figuras de la retablística jerezana de finales del XVII. Sobre su vida y actividad conocidas hasta ahora ver: SANCHO DE SOPRANIS, Hipólito: "Papeletas para una serie de artistas regionales", Guión, n° 21, Jerez, 1935, p. 21. QUILES GARCÍA, Fernando: Utrera, un enclave artístico en la Sevilla de 1650 a 1750. Sevilla, 1999, pp. 134 y 196. RÍOS MARTÍNEZ, Esperanza de los: "La Historia del Arte en Jerez desde la Edad Media hasta el siglo XVII" en Historia... (op. cit.), p. 92. CASTRO MORENO, Gonzalo: "La capilla de Nuestra Señora del Refugio de los Desamparados, herencia de la cofradía de la Santa Caridad", Revista de historia de Jerez, n.° 6, Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Jerez de la Frontera, 2000, p. 136. JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: "Apuntes histórico-artísticos de Jerez de la Frontera en el siglo XVII", Revista de Historia de Jerez, n.° 6, Jerez de la Frontera, 2000, p. 188. JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: "Apuntes... (2 ª Serie)", op. cit., pp. 115-116. JÁCOME GONZÁLEZ, José y ANTÓN PORTILLO, Jesús: "Apuntes histórico-artísticos de Jerez de la Frontera en los siglos XVI-XVIII (3 ª serie)", Revista de Historia de Jerez, n.° 8, Jerez de la Frontera, 2002, p. 124. SERRANO PINTEÑO, Javier: "Reformas barrocas en el Hospital de la Sangre de Jerez de la Frontera: Juan Díaz de la Guerra y Rodrigo de Alva", Revista de Historia de Jerez, n.° 10, Jerez de la Frontera, 2004, p. 109. ANTÓN PORTILLO, J. y JÁCOME GONZÁLEZ, J.: "El asentamiento de un foco de artistas escultóricos en el Xerez del Setecientos", Jerez en Semana Santa, nº 12, Jerez, 2008, pp. 28-30 y 37-39.

(16) JÁCOME GONZÁLEZ, J. y ANTÓN PORTILLO, J.: "Apuntes... (2ª Serie)" (op.cit.), p. 116.

(17) MORENO ARANA, José Manuel: "La difusión..." (op. cit.), p. 67.

(18) Archivo Histórico Municipal de Jerez de la Frontera (en adelante: A.H.M.J.F.), sección Protocolos Notariales, oficio V, escribano Juan Ponciano de Argüello, legajo n.° 2455, 1739-IV-25, ff. 179-181.

(19) Sus hermanos se llamaban Bartolomé, Sebastiana, ambos ya difuntos, Juana, Andrea, Diego y Ana. Se nombran así mismo sus cónyuges y los hijos de los fallecidos (ibídem, f. 180). 

(20) El nombre de su esposa fue sacado a la luz en: ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, L. y HERRERA GARCÍA, F. J.: op. cit., p. 26.

(21) Dorador y escultor en piedra, respectivamente. El primero desarrolla una gran actividad para Jerez de la Frontera y otras localidades próximas, especialmente durante el segundo tercio del siglo XVIII. Recientemente, se han publicado importantes datos sobre su vida: SERRANO PINTEÑO, Javier: "Agustín de Medina y Flores, Diego Roldán y Matías Navarro y su relación con los jesuitas: los retablos de la iglesia de la Compañía de Jerez", Revista de Historia de Jerez, n.° 11-12, Jerez de la Frontera, 2005/2006, p. 25, nota 12. El nombre de su hermano José aparece relacionado con trabajos de talla en piedra para las catedrales de Cádiz y Sevilla, además de la actual jerezana, donde hizo la decoración escultórica de las portadas exteriores: RÍOS MARTÍNEZ, Esperanza de los: "José de Mendoza, autor de las esculturas de la puerta mayor y colaterales de la Catedral de Jerez de la Frontera", Archivo Español de Arte, n.° 285, CSIC, Madrid, 1999, pp. 38-52.

(22) Se creía nacido hacia 1683 (AROCA VICENTI, F.: "Aportaciones…" (op. cit.), p. 239. Del mismo autor: "La Historia…" (op. cit.), p. 126).

(23) Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Fra., Parroquia de Santiago, Libro nº 20 de bautismos, f. 52v.

(24) También viene a incidir en lo anterior una escritura notarial de venta de una viña fechada en 1712, que otorga Diego Camacho Guerrero junto a sus hijos y una nieta, como herederos de Juana de Mendoza Grajales. En dicho documento encontramos a Francisco Camacho de Mendoza como vecino de la calle Piernas (A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, oficio VI, escribano Bartolomé Barrera, legajo n.° 2279, 1712-IX-26, ff. 401-406). 

(25) Como "Francisco Sánchez Camacho y Mendoza" firma en un inventario de bienes del marqués de Villapanés que hemos localizado, fechado en 1748 (A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (años 1747-1748),1748-X-14, f. 292). Con idéntico nombre lo hallamos en el Catastro de Ensenada (A.H.M.J.F., sección Archivo Histórico Reservado, cajón 18, expediente 34, f. 381v). Como "Francisco de Mendoza" aparece citado, por ejemplo, en el referido pleito de Andrés Benítez y en el contrato del retablo del Mayor Dolor, al que luego nos referiremos. 

(26) Tal y como puede comprobarse consultando el referido documento en: A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, oficio I, escribano Francisco Márquez Rendón, legajo n.° 2142, 1695-V-24, f. 293. Conviene señalar que tanto Francisco Camacho de la Vega como Diego Camacho Guerrero pertenecían a la collación de Santiago, en cuya parroquia consta que tenían enterramiento los Camacho, como hemos visto. Este último detalle de la sepultura familiar aparece de nuevo en el testamento de uno de los hermanos de Francisco Camacho de Mendoza, Bartolomé Camacho Guerrero (A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, oficio I, escribano Francisco Márquez Rendón, legajo n.° 2251, 1708-IX-1, ff. 227-228).

(27) SÁNCHEZ PEÑA, José Miguel: Peter Relingh, escultor y arquitecto de retablos. Cádiz, 2003.

(28) SÁNCHEZ PEÑA, J. M.: "Nuevas aportaciones..." (op. cit.), p. 130. AROCA VICENTI, F.: "La Historia..." (op. cit.), p. 127. RÍOS MARTÍNEZ, Esperanza de los: José de Arce. Escultor flamenco. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla. Sevilla, 2007, p. 136.

 


 

APÉNDICE DOCUMENTAL

PARTIDA DE BAUTISMO DE FRANCISCO GUERRERO DE MENDOZA. Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera, Parroquia de Santiago, Libro nº 20 de bautismos, f. 52v.

 

"En domingo primero dia del mes de diciembre de mill seissientos i ochenta años io fernando palomino franco cura beneficiado desta Yglesia Parroquial de Señor Santiago el real desta ciudad de xeres de la frontera baptice en ella a Francisco hijo de Diego guerrero i de Juana de mendoza su legitima muger fueron sus padrinos Juan de Aguilar camacho, Doña Jacinta galindo su muger a los quales declare la cognacion espiritual i siendo preguntado su padre dixo aver nacido en sabado nuebe dias del mes de nobiembre passado deste año i lo firme de que doi ffee.
Fernando Palomino Franco (rubricado)"
.

 

 

Nota de La Hornacina: José Manuel Moreno Arana es Licenciado en Historia del Arte. Esta semblanza es un extracto de la revisión del artículo "Sobre el imaginero Francisco Camacho de Mendoza", publicado en Revista de Historia de Jerez, nº 14-15, 2009, pp. 353-364.

 

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