Este relieve renacentista (hacia 1500) se asigna a los escultores Annibale Caccavello e Giandomenico D'Auria, discípulos y colaboradores del escultor napolitano Giovanni Miriliano de Nola cuya actividad se documenta entre 1545 y 1565. Entre las piezas realizadas por el maestro en las que colaboraron sus dos alumnos más avezados se encuentra el monumental sepulcro de don Pedro de Toledo, virrey de Nápoles, conservado en la basílica napolitana de Santiago de los Españoles.

Gracias a recientes investigaciones de Ricardo Naldi conocemos más datos de estos importantes escultores italianos del Renacimiento, que desde Nápoles extienden su actividad a Capua, Aversa y Sessa, en Terra di Lavoro, la antigua provincia del Reino de Nápoles que coincidiría, principalmente, con las actuales provincias de Nápoles y Caserta, en la región de Campania al suroeste de Italia.

Precisamente, la primera obra de Caccavello y D'Auria, documentada por Naldi, fue precisamente la que nos ocupa. Se trata del altar de la Virgen de Gracia ubicado en origen en el templo de Santa Catalina en Capua, hoy en el Museo Campano de esta ciudad italiana. Representa en mármol mediante la técnica del alto y medio relieve a la Virgen con el Niño, sedente y acompañada de arcángeles, salvando a las ánimas del purgatorio.

Se puede apreciar la labor de los ángeles en el proceso de liberación y cómo conducen a las almas al cielo. María, por su parte, alcanza con su mano a una de ellas, la de un clérigo, probablemente el donante al hallarse más destacado que el resto del grupo, formado por seis figuras, cuatro hombres y dos mujeres. La Virgen no muestra un objeto salvífico, como el escapulario en el Carmen o el rosario en la advocación homónima.

La presteza de Girolamo Santacroce se manifiesta en esta obra de Caccavello y D'Auria, aunque el manierismo del primero muestra en este caso un mayor avance hacia un naturalismo más propio del Barroco. Esta obra ha sido asignada durante mucho tiempo al maestro Giovanni da Nola, pero gracias a los estudios de Naldi, es posible ahora distinguir la intervención de uno u otro de sus dos aventajados discípulos.