El autor

Afincado en Madrid, donde tiene su estudio desde 2001, Antonio José Martínez (Beas de Segura, Jaén, 1971) es un artista amigo del anonimato, meticuloso hasta la exasperación y poco dado a las transgresiones, aunque su obra, que mezcla detalles muy realistas con una idealización que haría las delicias de Carlo Dolci, haya sido calificada de rompedora. Sin duda ha creado estilo a base de varias influencias y con un marcado componente espiritual, capaz de atraer cualquier mirada y que a sus numerosos seguidores, desde luego, deja extasiados.

La obra

La segunda de las tres imágenes marianas que han recibido el premio -todas ellas dolorosas- se tituló Nuestra Madre de la Divina Gracia y es uno de los trabajos con los que está más satisfecho su autor, muy exigente consigo mismo. Fue adquirida por la hermandad leonesa de la Redención para sus desfiles procesionales, siendo en su momento muy aclamada entre el público y los expertos. Actualmente se ha convertido en todo un modelo que ha inspirado tanto al propio Martínez, en otras de sus obras, como a varios de sus compañeros.

El proyecto

Un borrador de la obra se exhibió en la exposición malagueña Mater Lacrimosa, dedicada en Puerta Oscura a los simulacros de María en el Calvario. Fue la publicación del resultado definitivo en La Hornacina lo que decidió a los cofrades leoneses de cara a la adquisición de la imagen. Curiosamente, el escultor estuvo a punto de no enviar la Virgen a dicha muestra; y por nuestra parte no fue la pieza en principio seleccionada, ya que nos pareció, de entrada, más interesante el Santo Hermano Pedro que Martínez labró para Los Realejos.

La acogida

La apoteósica acogida que tuvo la imagen en León se materializó en un 38,3 % de los votos, siendo la obra más votada de todas las diez ediciones del premio. En este caso, hablamos también del primer galardón que recibió el autor de la obra premiada. León se ha volcado siempre con La Hornacina, lo que agradecemos mucho. No hay obra realizada para la ciudad que no esté entre las más votadas; como se pudo comprobar, también en 2011, con Jaime Babío, y años más tarde con dos tallas marianas realizadas por Ana Rey y Ángel Pantoja.

La opinión del experto

El respetado historiador y restaurador gaditano José Miguel Sánchez Peña escogió con acierto el grupo del Cristo del Amor entre los dos Ladrones, tallado por José Hernández Navarro para la murciana archicofradía de la Sangre. Con el fin de seguir fomentando la creatividad y la innovación artística de obras como ésta, a partir de esta edición no seleccionamos réplicas ni reproducciones. Fue un año de gran calidad en el que se estrenaron ambiciosas creaciones de Ricardo Flecha, Darío Fernández, Fernando Murciano o Elías Rodríguez Picón.