El autor

Aunque declare que sus grandes referentes están en los maestros Miguel Ángel, Bernini y Rodin, José María Ruiz Montes (Málaga, 1981) es el sucesor de los grandes escultores españoles de la primera mitad del siglo pasado: Clará, Benlliure, Llimona, Bellver, Querol... Desde su crucificado de la Caridad para Fuengirola (2004) y los barros presentados en la Bienal de Espartinas (2006), muchos felizmente llevados a la madera, ha arrastrado la fama de intelectual, de polifacético y de tener todos los números para llegar lejos en la escultura.

La obra

Erróneamente calificado de hiperrealista, el Santísimo Cristo de la Misericordia, realizado como antesala de un Año Jubilar que ya acaba, es la obra más intensamente espiritual hasta la fecha de Ruiz Montes; quien se inspiró en la Séptima Palabra de Jesús en la Cruz -recogida en el evangelio de san Juan- para ofrecernos, a través de esta escultura místico-naturalista -posee, además, uno de los rostros más bellos de la imaginería de los últimos años-, un descarnado relato de amor, redención, milagro, clemencia y sacrificio.

El proyecto

Esperamos que pronto figure acompañado por las figuras de san Juan y la Virgen -la iconografía de la Mater Dolorosa es la asignatura pendiente de Ruiz Montes- en el templo malagueño de San Miguel de Miramar, completándose así un Calvario acorde con la mencionada narración del Discípulo Amado. Se hace esperar también otro crucificado que promete ser igual de cautivador: el de la capilla de la Virgen de Gracia del municipio de Puertollano (Ciudad Real), cuya presentación está prevista para finales de 2017.

La acogida

Nunca una obra había logrado unanimidad tan absoluta. "No podía ser de otro modo" fue el comentario más escuchado tras el anuncio del galardón. Incluso llegamos a oír -por voces muy aventuradas- que era la mejor obra sacra presentada en La Hornacina y que su premio, al coincidir con el décimo aniversario, constituía un glorioso colofón a todo lo que el portal había aportado a los jóvenes imagineros desde su creación. Por nuestra parte, solo podemos dudar que esta creación de Ruiz Montes llegue algún día a estar sin público u obsoleta.

La opinión del experto

El virtuosismo del Cristo de la Misericordia cautivó también al historiador Pedro Jaime Moreno de Soto, quien haciendo gala de una docilidad que nunca agradeceremos lo suficiente, afrontó el reto de valorar como experto no solo las esculturas, sino también las pinturas sacras que se presentaron en el portal durante el pasado año 2015. Otra iniciativa pionera. A nivel pictórico, Pedro Jaime se decantó por el Bautismo de Cristo del joven pintor sevillano Manuel Peña Suárez, una obra -esta sí- de marcado cariz hiperrealista.