Fue el diseñador Francisco Javier Sánchez de los Reyes quien en 2003 relacionó por primera vez esta Virgen Dolorosa del Museo Nacional de Escultura (Valladolid) con la producción de Cristóbal Ramos, haciendo especial insistencia en su evidente parecido con la Virgen de las Aguas, titular mariana de la hermandad sevillana del Museo (1772), una de las mejores y más populares obras de Ramos.

Posteriormente, esta pieza de busto fue puesta en relación con otra dolorosa documentada de Ramos que se creía perdida, la Virgen del Mayor Dolor que el artista labró en 1764 para la capilla de la enfermería nueva del convento sevillano de Capuchinos. Sin embargo, parece ser que esta imagen se corresponde con la Piedad que fue recuperada hace unos años de la zona claustral del referido cenobio.

La Virgen Dolorosa que actualmente está en Valladolid es una pieza labrada hasta la altura de las caderas, propia de la devoción conventual, cuyas medidas son 84,5 x 76,5 x 54 cm. En este caso la cabeza y las manos han sido realizadas en madera policromada y colocadas en un armazón lígneo desbastado, sobre el que se han dispuesto también las telas encoladas que la cubren, ricamente pintadas, doradas y estofadas.

María se halla representada con la mirada al cielo, rogando compasión ante su dolor. Los caracteres anatómicos son propios del artista: facciones idealizadas pero maduras, ojos vítreos muy abiertos y hundidos por las lágrimas, labios también muy abiertos con la lengua y la dentadura superior perfectamente talladas en su interior, nariz recta y alargada, con el hoyito bajo muy marcado y a cierta distancia del picudo labio superior, y mentón prominente horadado en su centro por un profundo hoyuelo.

Además de su calidad, hay que destacar también la posición realmente conmovedora de las manos. No aparecen entrelazadas, como es lo habitual, ni tampoco abiertas, sino en actitud de cruzarse sobre el pecho y el vientre, lo que no parece solo una señal de congoja ni de intentar dominar un profundo lamento de dolor, sino un recuerdo del Hijo que un día llevo en sus entrañas y que estrechó muerto contra su corazón.

El busto alcanzó fama gracias a la exposición "Cuerpos de Dolor. La Imagen de lo Sagrado en la Escultura Española (1500-1750)", que con fondos del Museo Nacional de Escultura, acogió en un principio el Museu Nacional de Arte Antiga de Lisboa, entre noviembre de 2011 y marzo de 2012, dentro del proyecto "Mostra Espanha 2011", y luego puedo verse en el Museo de Bellas Artes de Sevilla entre mayo y septiembre de 2012.