Debemos interpretar este pasaje como prolongación de Belén y preparación del Calvario. Se trata del mismo misterio de enseñanza o más bien de enseñanzas que se complementan: en Belén se aprende la necesidad del desprendimiento y la renuncia; en Nazaret, la dignidad del trabajo, su valor santificador y redentor.

Jesús escogió ser obrero de la madera por ser ésta uno de los elementos más necesarios y extendidos por la tierra. Debía servirse de ella para realizar la redención humana. Por la madera del árbol maldito del Edén vino la perdición; era preciso, pues, que se convirtiese en instrumento de salvación. Un pesebre de madera acogió al Mesías en Belén; pasados los años, sobre el Gólgota, se alzó una cruz de madera sobre la cual se extenderá, clavado con clavos, en un abrazo sangriento y mortal. En el intervalo, durante su vida oculta en Nazaret, pasa los años trabajando la madera y puliéndola con amor.

Murillo realizó dos excelentes versiones sobre el tema del Taller de Nazaret. La más conocida es la que se pertenece actualmente al Szépmuvészeti Múzeum de Budapest (imagen superior). Esta obra presenta similitudes con la que se conserva en la Chatsworth House del condado inglés de Derbyshire (imagen inferior). En ambas el pintor sevillano perpetúa la cotidianidad de una sencilla familia andaluza.

En la pintura de Budapest, anterior en el tiempo (hacia 1665-1670), José tiene en las manos útiles de carpintero, un compás y una regla. María mira al Niño con cierta tristeza mientras cose. La cruz con la que juguetean Jesús y su primo Juan (popularmente llamado San Juanito) lleva una filacteria en la que se lee "Ecce Homo Agnus Dei", tales son los detalles que dan carácter religioso del cuadro.

Respecto a la versión de Chatsworth, está fechada en torno a 1670-1675, y al igual que la anterior constituye uno de los tratamientos más íntimos y domésticos de Murillo sobre un tema que gira alrededor de la Sagrada Familia, enriquecida en el caso de Budapest con la presencia de San Juan Bautista Niño como Precursor de Cristo en la edad adulta. El gesto de la Virgen de descubrir al Niño simboliza su revelación a la humanidad, y el bloque de madera que José está tallando también puede representar la madera de la cruz del Calvario.