José Antonio Navarro Arteaga (Sevilla, 1966) ingresó a los 15 años como aprendiz en el taller del escultor e imaginero Juan Ventura, a su vez discípulo de dos grandes artistas: Luis Ortega Brú y Francisco Buiza. En 1986 Arteaga se independiza del taller de su maestro y comienza a ejecutar principalmente imágenes religiosas para hermandades, cofradías y asociaciones, no solo de Andalucía, sino también de España y el extranjero.

En su extensa producción religiosa ha empleado numerosos y diversos materiales, como la arcilla, el barro, la madera de pino y cedro, la piedra, el bronce o el mármol de Carrara. Sus obras poseen un estilo neobarroco y figurativo, expresivo y naturalista a la vez que idealizado, siendo en la actualidad considerado como uno de los más grandes artistas especializados en la escultura sacra, tanto en Andalucía como en España.

Para la ciudad de León, Navarro Arteaga ha realizado tres de sus obras más interesantes: el paso de la Exaltación de Cristo (2000) de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, formado por las figuras de Cristo crucificado, tres sayones y un soldado romano; el paso del Calvario (2022) para la misma corporación de penitencia, presentado el pasado febrero y compuesto en este caso por las tallas de Cristo crucificado, la Virgen María, San Juan Evangelista y Santa María Magdalena; y la obra que nos ocupa, en este caso para la Cofradía de María del Dulce Nombre, presentada el pasado mes de marzo.

Con esta Piedad el autor reinterpreta libremente la iconografía de la Virgen del Camino que se venera en la localidad de Valverde de la Virgen (León), una talla de autor anónimo leonés (hacia 1505-1512) llamada así por levantarse su templo en el tramo del camino de Santiago que cruza tierras leonesas. Se halla relacionada con la Virgen del Mercado de León capital, existiendo similitud entre ambas tallas, diferenciándose principalmente en la posición del Cristo: en la de Valverde de la Virgen está colocado en las manos de la Madre con la cabeza hacia abajo, mientras que en la Virgen del Mercado la cabeza aparece hacia arriba.

La pieza de Arteaga recoge el esquema compositivo de Valverde de la Virgen, que muestra a María con su hijo en brazos, el cual parece caerse de su regazo, mirando hacia abajo. Por lo demás, la obra responde plenamente a las características del artista sevillano, que utiliza postizos como la corona de espinas superpuestas, lágrimas de vidrio y encaje dorado en las orillas del manto de la madre. A los pies de Cristo vemos un escarabajo disecado, animal que en el cristianismo, siguiendo la creencia egipcia, es símbolo de resurrección y vida eterna.

Esta imagen, titulada "Virgen del Camino, Esperanza Nuestra", se halla actualmente expuesta en la muestra De Forma Magnífica. Patrimonio artístico de las cofradías y hermandades leonesas, que puede visitarse hasta el próximo 11 de diciembre en el Museo Diocesano y de Semana Santa de León. La exposición, comisariada por los artistas leoneses Alejandro Grande y Pablo Lanchares, ofrece una gran selección del patrimonio penitencial de la ciudad, entre esculturas, pinturas, bordados, orfebrería, etcétera.

En 2017 el autor realizó otra versión, en este caso de vestir, para Coria del Río (Sevilla). Su composición es abierta y piramidal, cayendo la cabeza de Cristo en el sudario; irregularmente dispuesto sobre las rodillas de María, que se doblan hacia la derecha, mientras el cuerpo de Jesús se derrumba hacia el lado contrario. Al igual que en la de León, los gestos son de profundo sufrimiento, no dejando de lado la dulzura expresiva, y la anatomía del varón es corpulenta, de alargados miembros, siguiendo el tipo habitual en Arteaga.