SALUS INFIRMORUM (XVIII) LA ADVOCACIÓN DE LA SALUD EN LA ESCULTURA SACRA ANDALUZA
CRISTO DE LA SALUD - SANTA FE

30/04/2020


 

 
 
Foto: José Luis Martín y Lorena López para http://guioncofradegranada.blogspot.com

 

El Cristo de la Salud, también conocido popularmente como "Señor de la Salud", es un crucificado que preside la ermita que lleva su nombre en la localidad granadina de Santa Fe. En este espacio sacro, creado a finales del siglo XVII tras declararse en ruina la primitiva Ermita de Nuestra Señora de los Gallegos -levantada por oriundos de esta región que llegaron en 1498 a Santa Fe para luchar en la Guerra de Granada-, tiene su sede esta imagen titular de la Venerable Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud.

Durante más de cuatro siglos la efigie del Cristo de la Salud ha permanecido en Santa Fe como testigo y protagonista de multitudinarios acontecimientos y efemérides. Fue concebida en su origen para que la Cofradía de la Vera Cruz, germen de la Semana Santa de Santa Fe, realizara estación de penitencia el Jueves Santo. A partir de ahí el crucificado adquirió un papel relevante en el plano devocional de los fieles santaferinos, merced sobre todo a su fama de milagroso tras numerosas rogativas e intercesiones de la ciudad a lo largo de la historia, encaminadas a preservar la salud ante las amenazas de muerte que suponían las plagas de peste bubónica, langosta, cólera, o, incluso, en periodos de sequías; lo que le llevó a adquirir la advocación de la Salud.

La leyenda decía que fue donado por los Reyes Católicos, algo que se desmitificó en el siglo XX al corroborarse que es una tradición no comprobada, evidente además por sus rasgos estilísticos. Tras su restauración, se relacionó con Alonso de Mena, padre del también escultor Pedro de Mena, pero la aparición de los documentos notariales que presentó en 2017 el historiador Ruiz Godoy, acerca del contrato de 1583 entre Pablo de Rojas (Alcalá la Real, Jaén, 1549 - Granada, 1611) y la Cofradía de la Vera Cruz de Santa Fe, para realizar un crucificado con sus andas procesionales, certifican la autoría de Rojas, maestro de Alonso de Mena.

La escuela granadina de escultura, tradicionalmente, ha situado como punto de arranque de la misma la figura de Pablo de Rojas. El que fuera maestro del genial Juan Martínez Montañés, se erigirá como el gran imaginero de los albores artísticos granadinos, creando una ingente variedad de prototipos iconográficos, así como un legado de escultores en forma de escuela. Dentro de la diversidad de imágenes que realiza, tienen especial mención las tallas de corte pasionario: crucificados, nazarenos, yacentes o cristos atados a la columna.

 

 
 
Foto: José Luis Martín y Lorena López para http://guioncofradegranada.blogspot.com

 

El Cristo de la Salud encarna la esencia de los crucificados de Rojas: tipología de tres clavos, un desnudo que evidencia una musculatura marcada por un estudio del natural, equilibrio entre idealismo y naturalismo, y un inconfundible manierismo representado por un viraje perfilado por la caída serena de la testa hacia su derecha en contraposición a una leve elevación del torso y rodillas escoradas a la izquierda que dota a la imagen de efectos lumínicos de contraste. Va clavado sobre cruz plana de madera, con cantoneras de metal plateado, el mismo material que la corona de espinas y la aureola de rayos que corona su cabeza. Las carnaciones son marfileñas y semibrillantes. El perizoma se halla policromado con cenefa dorada y decoración vegetal.

La venerada efigie, cuyas medidas son 197 x 150 x 40 cm, se encuadra en la fase de producción granadina más temprana de Rojas. Es el tercer modelo de una nueva tríada cristífera junto a los crucificados de la Capilla del Seminario Mayor de Granada (anterior a 1580) y el de la sacristía de la Basílica de las Angustias (1582). Para Cruz Cabrera el prototipo escurialense de los Leoni o las estampas grabadas por los Sadeler podrían estar en la base de su modelo. En opinión de López-Guadalupe la composición se asemeja a un modelo italiano muy difundido: el crucificado que Miguel Ángel Buonarroti realizó en 1540 para Vittoria Colonna.

En su ermita destaca también el retablo rococó del primer tercio del siglo XVIII y una bella Virgen dolorosa de busto de la misma época y estilo, con ropas de telas encoladas, que recibe culto a los pies del crucificado. Pero sobre todo es digno de mención el camarín y su rica y compleja decoración de yeserías rococó, añadido en el segundo tercio del siglo XVIII, cuyo proyecto recuerda al arquitecto granadino José de Bada y Navajas.

El magisterio del escultor Pablo de Rojas se extendió notoriamente por la geografía de Granada y su entorno. También se manifestaron en zonas cercanas de Almería, Jaén, Málaga y Córdoba. Además de Martínez Montañés y Alonso de Mena, sus numerosos discípulos como Bernabé de Gaviria, Diego de Vega, Martín de Aranda o los hermanos Juan y Antonio Gómez dan muestra de ello. En este sentido, las formas manieristas del genio de Alcalá la Real (Jaén) insertaron a la escuela granadina de escultura en el Barroco.

 

 
 
Foto: José Luis Martín y Lorena López para http://guioncofradegranada.blogspot.com

 

FUENTES

RUIZ GODOY, Jesús Bienvenido. "El contrato de Pablo de Rojas para la realización de una imagen procesional: el Cristo de la Salud de Santa Fe", en Cuadernos de arte de la Universidad de Granada, nº 49, Universidad de Granada, 2018, pp. 145 y 153-155.

PEINADO GUZMÁN, Juan Antonio. "Nuevos crucificados relacionados con Pablo de Rojas y su círculo en el entorno granadino", en Liño. Revista anual de historia del arte, nº 22, Universidad de Oviedo, 2016, pp. 24 y 32.

CRUZ CABRERA, José Policarpo, "La escultura barroca granadina. El oficio artístico al servicio de la espiritualidad", en AA.VV. Antigüedad y excelencias, catálogo de la exposición celebrada en Sevilla entre los meses de octubre y diciembre de 2007, Junta de Andalucía, 2007, p. 120. 

 

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