LA ICONOGRAFÍA DE SAN JOSÉ - PINTURA Y ESCULTURA (VIII)
GIOVANNI D'ENRICO
18/02/2021
Foto: www.sacrimonti.org |
La escena representa el momento en que al anochecer, mientras José duerme, se le aparece un ángel para tranquilizarlo sobre la concepción de María, al haber pensado el santo en repudiarla según la ley judía, y recomendarle que cuide de su joven esposa y del Hijo de Dios que lleva en su vientre. La capilla, la número IV del Sacro Monte de Varallo, concluye el conjunto de Nazaret, uno de los más antiguos de un complejo monumental fundado en 1491 por el beato franciscano Bernardino Caimi para recrear parajes de Tierra Santa pensando en los peregrinos que no podían viajar hasta Jerusalén. A partir de la segunda mitad del siglo XVI, coincidiendo con la Contrarreforma emprendida con el Concilio de Trento, el conjunto se rediseñó para representar, a través de escenas con esculturas en madera o terracota policromada en ambientes cubiertos de frescos, el drama de la vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo, hasta que adquirió sus formas actuales hacia finales del siglo XVIII. En el caso del primer sueño de San José, las esculturas son de terracota policromada y fueron realizadas entre 1608 y 1610 por el arquitecto y escultor Giovanni d'Enrico, uno de los artistas que más contribuyeron a la configuración de la basílica y de las capillas (45) que componen el Sacro Monte de Varallo. Llama la atención el gran realismo de las figuras, especialmente las de San José durmiendo y la Virgen María, esta última sin duda una de las mejores y más famosas de todo el itinerario, siendo además una de las escasas representaciones escultóricas de la Virgen cosiendo, tarea propia en su momento de las madres, esposas y amas de casa, lo que permitía así que las mujeres que solían venir al Sacromonte de Varallo a rezar y meditar se identificaran con este simulacro. Para acentuar dicho realismo el ángel lleva cabellera natural, algo que también lleva José y al que hay que sumar en este caso el atributo de la barba postiza. La decoración pictórica, al igual que la capilla III que recoge la escena de la Visitación, está formada por tapices falsos en el interior de la estancia, siendo en ambos casos raras manifestaciones de ornamentos orientales en el arte cristiano. Dicha decoración fue renovada en 1927 por Giuseppe Braziano y Lucrezio Regaldi. Las 335 figuras que el taller de Giovanni d'Enrico (1559-1664) creó durante 35 años para el Sacromonte de Varallo constituyen sin duda su proyecto artístico más ambicioso y popular. Especializado en la escultura en terracota, poco o nada se conoce de su formación artística, aunque en Varallo fue respetuoso con los modelos artísticos creados por Gaudenzio Ferrari, maestro del Renacimiento y el primer gran escultor del sacromonte, si bien D'Enrico acentuó la expresividad de los personajes, profundizó en sus anatomías y les dio un marcado sentido teatral, caracteres todos ellos propios del Barroco en el que ya se hallaba inmerso. El de Varallo es el más antiguo y el germen de los nueve sacromontes de Italia septentrional que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2003. Los principales artistas de la escena cultural de Piamonte y Lombardía, regiones donde se hallan los sacromontes, contribuyeron al éxito del proyecto. |
FUENTES BODO, Mariangiola y POZZO, Pier Paolo. Notizie biografiche su Giacomo Ferro, Giovanni d'Enrico e altri artisti valesiani, Associazione di storia ecclesiastica novarese, Novara, 1984. |
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