Pedro de Campaña, nombre castellanizado de Pieter Kempeneer, nació en Bruselas, en 1503, en una familia de artistas. Tras adquirir sus primeros conocimientos en su tierra natal, viaja a Italia, ya que hay noticias de su estancia en Bolonia en 1529, y posteriormente en Venecia, donde trabaja al servicio del cardenal Grimani.

La siguiente etapa de su viaje le trae a España, y más concretamente a Sevilla, donde se establece hacia 1537. Aquí pasa más de veinticinco años, hasta que en 1563 regresa a su tierra. De su muerte no se conoce la fecha exacta, aunque se cree que sucedió en Flandes, en torno a 1580.

Para la pintura sevillana es de capital importancia la estancia de Pedro de Campaña en Italia. A la influencia del arte flamenco, que había constituido su formación, sumó el influjo de los grandes maestros renacentistas italianos del primer tercio del siglo XVI, y así es como las novedades de artistas como Miguel Ángel, pero sobre todo de Rafael y su escuela, llegaron a ser asimilados por los pintores locales.

A esta influencia hay que añadir otra que conforma su modo de pintar, y es la inspiración que buscó en los grabados de otros grandes maestros, como Alberto Durero, Miguel Ángel Buonarroti o Marco Antonio Raimondi, cuyas estampas sirvieron de base a muchas de sus composiciones.

En Sevilla encontramos muchas de sus obras importantes: el retablo de la Purificación y el Descendimiento de la Catedral (detalle, imagen superior), el Retablo Mayor de la Iglesia de Santa Ana de Triana, uno de los retablos laterales de la iglesia de San Pedro, o las obras San Antonio y San Pablo de la iglesia de San Isidoro.