Luis Salvador Carmona (Nava del Rey, Valladolid, 1708 - Madrid, 1767) repitió, al menos, tres veces el tema: una versión para Salamanca, otra para León y otra para Madrid. Existe otra Piedad en el municipio salmantino de Béjar, más neoclásica que las anteriores, atribuida por Juan Nicolau Castro a José Salvador Carmona, sobrino y discípulo de Luis que copió en numerosas ocasiones sus tipos. Todas ellas presentan los mismos rasgos: la colocación de Cristo y el modo de sostener el brazo, la postura del Cristo inclinado hacia el mismo lado e idéntica caída del brazo derecho inerte, la posición del manto y velo sobre la cabeza de la Virgen, terminado en pico, lo que deja despejada la frente, y ese pliegue, como en ese, que forma la túnica en el escote.

Con la Piedad salmantina, realizada hacia el año 1752, también llamada Nuestra Señora de los Dolores por la hermandad de penitencia que le rinde culto, el escultor sigue apegado a la imaginería barroca tradicional, a la que dota de un renovado aliento con el ritmo tranquilo y noble del neoclasicismo. La Virgen aparece sentada sobre un peñasco meticulosamente tallado. Con cierto recuerdo miguelangelesco, está considerada una de las obras más bellas de la plástica española por expertos como Ernesto Ballesteros Arranz, al igual que otras creaciones de Luis Salvador Carmona, caso del "Cristo crucificado" del Museo Nacional de Escultura (Valladolid) o el "Cristo del Perdón" del municipio segoviano de La Granja de San Ildefonso.

Por tanto, estamos ante una obra ecléctica, a medio camino entre el barroquismo y el academicismo. Una pieza que, pese a hallarse imbuida del realismo dramático propio del barroco hispano pasionista, presenta inequívocos signos académicos, especialmente visibles en la mesura expresiva y en los monocromos ropajes de la imagen mariana. Pese a la austeridad de su paño de pureza, la hechura de Jesús es plenamente barroca, de líneas semejantes a las del soberbio "Cristo recogiendo sus vestiduras" de la Clerecía de Salamanca, otra obra maestra de Salvador Carmona. Sin embargo, la Virgen ofrece un carácter escultórico más clásico y depurado que casa mejor con el gusto neoclásico, apreciándose también ciertos influjos italianos en la composición del busto.

La Piedad se venera en una capilla de la Catedral Nueva de Salamanca. Desde la década de 1940 es imagen procesional a cargo de la Hermandad Dominicana del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestro Padre Jesús de la Pasión, Nuestra Señora de los Dolores y Nuestra Señora de la Esperanza. Debido a dicha condición tuvo que ser restaurada en el año 2007 por la empresa Uffizi, que hizo tratamientos de limpieza, reparó desperfectos causados en intervenciones anteriores, restañó grietas y fracturas, eliminó restos de suciedad y barnices oxidados, reintegró faltas volumétricas y lagunas de estuco y policromía, trató la oxidación de los elementos metálicos y aplicó un barnizado por vaporización para garantizar la correcta conservación.