El autor

Juan Vega (Málaga, 1985), feliz exponente de los artistas especializados en escultura sacra que han surgido durante los últimos doce años en Málaga, dispuestos a renovar el, para muchos, estancado lenguaje de la imaginería. Tras décadas en las que casi nadie trabajaba dicho tema en la capital de la Costa del Sol, teniendo que encargarse todo a escultores sevillanos, Vega y otros malagueños como Ruiz Montes o Israel Cornejo impusieron un talento autóctono que enamoró a los críticos por la calidad y originalidad de sus propuestas.

La obra

La imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, dolorosa de vestir para la prohermandad malagueña del mismo nombre que procesiona cada Sábado de Pasión desde el templo de Santa María Goretti (Orden de los Pasionistas) en un ambiente marcado por el luto y el recogimiento. Fue un encargo realizado desde la total libertad creativa, con el único condicionante de que la Virgen debía mostrar la mirada al cielo. Según el autor, el parecido que algunos críticos han visto con las dolorosas levantinas es pura coincidencia.

El proyecto

Traemos de nuevo las fotografías tomadas por Alejandro Cerezo para su presentación en La Hornacina ya que la prohermandad no suele respetar la sobria y realista estética bajo la que Vega concibió su obra: con la cabellera muy a la vista bajo la toca, la mano izquierda en el pecho por la angustia y la derecha, algo más elevada, dirigida a enjugar su rostro. Hoy en día aparece frecuentemente con un tocado más amplio, bastante adornada y con ambas manos simétricamente extendidas sobre el busto, todo ello idealizado al gusto sevillano.

La acogida

Hubo una gran distancia entre el número de votos -casi todos de Málaga- y la aceptación que recibió, sin duda la más fría de todas las ediciones; no tanto por la obra, sino por tratarse de una creación de un jovencito de apenas 22 años que aún tenía que demostrar mucho artísticamente. De hecho, en estos últimos años, Vega ha crecido ante nuestros ojos de forma admirable. La presencia a su lado de autores consolidados como Hernández Peña, Hernández Navarro, Romero Zafra o González Rey no ayudó a mejorar el beneplácito del premio.